Eduardo Camavinga sigue dando de que hablar desde que llegó a la capital de España, confirmando las buenas sensaciones que ya se tenían de él de cuando militaba en el Stade Rennes FC.
El jugador nacido en Angola ha caído muy bien en la plantilla del Real Madrid, que agradece en lo personal su sentido del humor, pero que en lo profesional agradece aún más su esfuerzo dentro del terreno de juego y su gran despliegue físico.
Camavinga, a pesar de que viene de pegarse una paliza con Francia, jugando prácticamente todo con la Sub-21, ha regresado con la misma energía con la que se fue, algo que ilusiona a Carlo Ancelotti, de cara al duro calendario que tendrá que afrontar el Real Madrid en las próximas semanas.
De hecho, en el entrenamiento de este jueves, algún compañero le ha llegado a preguntar si es que no se cansa nunca, al ver cómo no paraba de correr cada vez que tenía que recuperar un balón.
Físicamente se ha demostrado que Eduardo Camavinga es un superdotado y hasta sus propios compañeros se han dado cuenta, lo que será muy importante para los partidos más físicos o cuando el entrenador italiano tenga que hacer rotaciones, para dar descanso a jugadores como Casemiro, Toni Kroos o Luka Modric.
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