Camino de los 27 años, Asensio se encuentra en el gran punto de inflexión de su carrera. Ha ganado todo en el Real Madrid, pero nunca ha sido un pilar indiscutible y su fútbol genera división de opiniones. Es el primero en ser aplaudido si marca uno de sus golazos, pero también en recibir pitos si falla una ocasión clara o pone en compromiso al equipo.
No contaba Asensio con que Rodrygo fuese a adelantarle por la derecha en tan poco tiempo. La evolución del brasileño ha sorprendido a todos, incluido al propio Ancelotti, que en las primeras jornadas empezó dando la confianza al balear.
En cualquier caso, nada más llegar el italiano, ya hubo una desavenencia por culpa de su posición. Carletto le veía más como interior que de extremo y eso afectó a Marco. Hasta el punto de que, pocos meses después, cambió misteriosamente de representante.
Movimiento desacertado
No ha firmado con cualquiera. Ahora es el aguerrido Jorge Mendes, un viejo conocido en el Real Madrid. Este movimiento impactó al club blanco, ya que se entendió como un acto de presión por parte del jugador: renueva con mejora de contrato o se marcha. Sin embargo, debe saber Asensio que al Real Madrid no se le chantajea.
Él quiere regularidad, minutos, y eso lo tendrá difícil porque hay competencia y, cuando ha tenido oportunidades, no las ha terminado de aprovechar. La oferta de renovación del Madrid es clara: amplía su contrato sin mejora salarial o venta este verano para hacer caja. Mendes ya se frota las manos y, según la SER, le ha puesto sobre la mesa ofertas de los clubes de la Premier y el Calcio interesados en sus servicios.
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