El entrenador italiano afronta una nueva temporada, que será muy ilusionante, pero en la que buscará como mínimo igualar o superar lo hecho en el último curso, en el que se consiguió la UEFA Champions League, LaLiga y la Supercopa de España.
Carlo Ancelotti sabe que la plantilla deberá dar un importante salto de calidad, especialmente con las llegadas de Aurélien Tchouaméni y Antonio Rüdiger, quienes mejorarán al equipo, pero que también podrían hacer que el entrenador italiano modifique el actual sistema de juego, como ya hemos contado en Defensa Central.
El cuerpo técnico blanco siempre ha apostado por adaptarse a las características de la plantilla, por lo que en la 2022-2023 se podría ver a un Real Madrid con un 4-4-2, un 3-5-2, o con el habitual 4-3-3.
El 4-3-3 fue el sistema más utilizado durante el último curso, hasta la irrupción de Fede Valverde, ya que el charrúa se convirtió en el cuarto futbolista en el centro del campo, acompañando a Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro, pese a que Ancelotti aseguraba que el sistema seguía siendo el mismo.
Las dos variantes que maneja el entrenador italiano son el 4-4-2 y el 3-5-2, que podría tener como grandes damnificados a Ferland Mendy, Fede Valverde o Rodrygo Goes, pero que permitirían dar entrada a Aurélien Tchouaméni y a Antonio Rüdiger.
La incorporación de los nuevos futbolistas le daría una mayor fortaleza a un equipo que sufrió en Europa ante clubes muy físicos como el Chelsea o el PSG, algo que quiere evitar Ancelotti.
El entrenador italiano ha convocado a la plantilla para volver a los trabajos el 8 de julio, momento en el que los futbolistas se harán las respectivas pruebas médicas y se pondrán manos a la obra con Antonio Pintus.
El cuerpo técnico quiere probar las variantes en el sistema de juego desde el primer día, en la búsqueda de encarar el inicio de la temporada de la mejor manera, que iniciará oficialmente ante el Eintracht Frankfurt, en el estadio Olímpico de Helsinki, en la final de la Supercopa de Europa.
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