Sin carnet: el ridículo monumental del PSG ante la FFF

Nasser Al-Khelaifi y Qatar auto boicotean el debut de su nuevo entrenador


Nasser Al-Khelaifi

Nasser Al-Khelaifi




Nuevo entrenador, director deportivo y proyecto, pero todo sigue igual. El Paris Saint Germain no sale de bochorno en bochorno tras una temporada donde nuevamente se fracasó en Europa y donde ahora tendrán que pedirle permiso a la Federación Francesa de Fútbol para poder tener a todos sus piezas en el inicio de la Ligue One. Nasser Al-Khelaifi da de comer al madridismo.

No es un fake news o un rumor estirado al máximo, sino la pura realidad que se vive ahora mismo en el Parque de Los Príncipes. Podríamos hablar de Qatar, de los fracasos en Europa, de un tridente que solo vence a clubes como el Nantes o de las cabezas que ruedan en Paris por el ‘directo deportivo’ Kylian Mbappé, pero Nasser Al-Khelaifi nos facilita las cosas y de que manera.

Y es que desde L’Equipe confirmaban horas atrás como la FFF (Federación Francesa de Fútbol) no ha aprobado todavía el contrato de Christopher Galtier como nuevo entrenador del Paris Saint Germain. El vínculo laboral que une a estratega con el club más protegido de Europa no tiene validez ante la instituciones deportivas de la Galia y el motivo generará más de una sonrisa socarrona en la afición del Real Madrid.

Bochorno

Christopher Galtier tendrá que volver a las aulas luego de que FFF descubriese como el entrenador francés tiene caducado el carnet y el diploma UEFA Pro. Tras no haberlo renovado en más de tres años y debiendo haberlo hecho desde hace meses, el flamante entrenador del PSG no tiene ahora mismo los permisos para dirigir en la primera división francesa.


¿Va a invalidarle UEFA? Por supuesto que no y a nadie le sorprende. Galtier y Nasser Al-Khelaifi tendrán que enviar una carta a la FFF donde se comprometen a que el entrenador pese por las aulas y renueve la licencia durante el parón de selecciones allá por el mes de septiembre. Así es el PSG, un club sin carnet para sus entrenadores y donde el bochorno en Europa es apenas la punta del iceberg.