Menos de un millón de personas siguieron uno de los partidos más esperados del año entre Atlético y Real Madrid. Cada vez menos gente se interesa por el deporte rey y hasta un reality de Telecinco, que no es ni lo más visto de la cadena, casi duplica en audiencia al derbi (1,6 millones de espectadores).
El fútbol cada vez es menos accesible para los aficionados. 'Movistar' es la plataforma de pago más cara de Europa y es prácticamente imposible acceder al fútbol por menos de 100 euros al mes. En Francia puedes ver los partidos por 40 euros al mes, en Alemania por 50, y en Italia por 60.
Hasta la Premier League, que hoy en día está a años luz del fútbol español, ofrece a sus espectadores el fútbol por unos 90 euros mensuales. Y el salario mínimo en Reino Unido es de 1.700 euros al mes, por los 1.100 en España.
Todo mal
Pero no sólo el precio de la operadora (permitido por LaLiga) es el problema de este poco interés por el fútbol. Los jóvenes están emigrando a otras plataformas de contenidos porque, en general, la mayoría de encuentros "aburren". Hasta los meses de marzo, abril o mayo no nace expectación con las rondas finales de la Champions League. Competición que, igualmente, vive desfasada.
De ahí que sea tan importante que vea la luz un proyecto como la Superliga, que ofrecerá a los amantes del deporte la posibilidad de ver todas las semanas enfrentamientos entre los mejores equipos del mundo. Los formatos actuales no funcionan y el fútbol está condenado a desaparecer si, como reconoció Florentino, no se hace algo ya. Renovarse o morir.
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