El terreno de juego del coliseo madridista siempre se ha caracterizado por ser uno de los mejores del panorama futbolístico mundial, pero tras cambiarlo este verano el primer tapete no dio el resultado esperado.
"El césped ha venido desde Extremadura y allí las temperaturas eran altísimas y le ha costado aclimatarse, pero en las próximas semanas va a mejorar", expresó Emilio Butragueño.
El estado del césped resultó muy preocupante en los partidos ante el Mallorca y el RB Leipzig, por lo que los responsables deportivos de la entidad madridista decidieron cambiarlo por uno nuevo, algo que han agradecido Carlo Ancelotti y todo el primer equipo blanco.
Ante el Osasuna ya se vio un campo mucho mejor, sin calvas ni grandes sequedades, pero hubo un aspecto que aún tiene al entrenador italiano y a los jugadores pendiente de mejora.
El hecho de que en ocasiones el verde se levantara es un síntoma de que aún está terminando de arraigar, de quedarse fijo, y eso sucederá con el paso de los días.
El equipo ya está avisado de que irá cada vez mejor y que ya es un gran paso en relación a cómo empezó la temporada, pero hay que buscar la excelencia también en este aspecto y, ahora mismo, en el Real Madrid, empezando por Ancelotti, creen que al terreno de juego del Santiago Bernabéu aún le falta un 15% para ser el gran césped que venía siendo en los últimos 10-20 años.
Los responsables de cuidar el césped están trabajando muy duro en las últimas semanas, pese a que las obras de remodelación del estadio les dificulta la labor.
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