El partido contra el Atlético de Madrid ha demostrado que Camavinga es esencial para que el Real Madrid funcione correctamente. El todocampista francés se ha convertido en uno de los jugadores más destacados del primer equipo en un momento especialmente complicado para la entidad de Concha Espina a nivel deportivo: la brutal sobreexigencia a la que obliga el apretado calendario post-Mundial no está hecha para todos.
Camavinga ha dado la talla en todos los lugares del campo en los que Ancelotti ha estimado oportuno colocarle. Su buena actuación como pivote defensivo en sustitución de Tchouaméni quedó opacada 'por culpa' de la lesión de Ferland Mendy. Sin un recambio natural sobre el terreno de juego ni en el banquillo, Ancelotti decidió recurrir al '12' y colocarle de lateral izquierdo.
Su espectacular rendimiento en aquel lado del terreno de juego no decepcionó y fue clave para que el Real Madrid acabara alzándose con la victoria durante la prórroga. Además de ser proclamado como hombre del partido, sus compañeros en el vestuario le 'obsequiaron' con un nuevo apodo que se ha ganado a pulso después de trabajar tan bien: Lizarazu.
Sacado del recuerdo
Aunque este nombre no pueda significar mucho a priori, quienes sí conozcan la historia del fútbol francés sabrán que Bixente Lizarazu no es otro que uno de los laterales izquierdos galos más importantes de la historia del balompié francés. Formó parte del combinado que logró la Copa del Mundo en 1998 y la Eurocopa del año 2000. También fue clave para que Francia se hiciera con las Copas Confederaciones de los años 2001 y 2003.
Su habilidad con los centros y los pases largos le convirtieron en una de las referencias futbolísticas de la época, pero también han despertado las similitudes entre su perfil y el de Eduardo Camavinga como lateral izquierdo en el Real Madrid. Sobre todo para Luka Modric y Lucas Vázquez: ambos futbolistas han sido pioneros en asignarle este mote a través de un comentario en la última publicación de Instragram del '12'.
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