La Copa del Rey se ha convertido en un gran objetivo para el Real Madrid, que son conscientes de que están a solo tres partidos de levantar un nuevo título. Además, existen ciertas ganas y motivación por esta competición, recordemos que el conjunto blanco no la gana desde el año 2014, la final que será recordada por aquella cabalgada de Bale. Este hecho se está notando en estos partidos, donde la remontada contra el Villarreal y el Atleti son el claro ejemplo de ello. Por esta razón, en el vestuario del Real Madrid están preparados para enfrentarse a cualquier rival.
El próximo lunes tendrá lugar el sorteo de las semifinales de Copa, donde Osasuna, Athletic y Barcelona son los posibles duelos para los blancos. Eso sí, el Real Madrid no esconde las ganas que tienen al conjunto culé, no hay ningún tipo de temor a enfrentarse a ellos. De hecho, existe un cierto sentimiento de ganas de revancha en Valdebebas, tras lo ocurrido en la final de la Supercopa. Y no solo dentro del campo, sino fuera. La victoria del Barcelona pareció ser la consagración del mejor equipo del mundo y, en cambio, al Madrid se le dio por muerto.
La temporada está entrando en la fase más importante del año, donde comienzan a estar en juego los objetivos del curso. El Real Madrid tiene ganas de demostrar que está más vivos que nunca, y que van a luchar hasta el final por conseguir el máximo de títulos posibles. En esta ecuación entra la Copa del Rey, una competición que, en el vestuario blanco, tienen en mente. Y para conseguirla hay que enfrentarse a quien sea.
A por ello
El Real Madrid está a dos partidos de colarse, nueve años después, en una nueva final de la Copa del Rey, lo que supone un aliciente lo suficientemente importante como para ir motivados a las semifinales.
La posibilidad de que haya Clásico es muy real, un hecho que no pasa desapercibido para el vestuario del Madrid, pero se encuentran con ganas de demostrar que son más equipo que los culés.
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