El Real Madrid tenía un partido trascendental el sábado pasado ante el Mallorca en Son Moix y no falló. Los de Ancelotti se hicieron con los tres puntos (0-1) en un encuentro disputadísimo que recordó, por momentos, al de la primera vuelta en el Santiago Bernabéu (1-0), cuando los hombres de Javier Aguirre se erigieron como un equipo compacto y hermético al que costó mucho doblegar. Finalmente, un cabezazo de Rudiger dio los tres puntos a los merengues.
En esta ocasión, y ante su público después de perder la final de Copa ante el Athletic la pasada semana en la tanda de penaltis, los bermellones ofrecieron la misma versión con gran capacidad de sacrificio y un trabajo defensivo encomiable.
Con la mente puesta en el encuentro de vuelta de los cuartos de la Liga de Campeones frente al City, el conjunto blanco introdujo numerosos cambios en su alineación, reservando hasta a cinco futbolistas titulares, algo que hizo también Guardiola, que dio descanso hasta seis jugadores fijos en sus esquemas. El Madrid, a base de orgullo y coraje, doblegó al conjunto bermellón con un gol de Tchouameni, al inicio de la segunda parte.
El hecho tuvo un lamentable episodio, y es que, tras el tanto del mediocentro, hubo un lanzamiento de una botella por parte de la afición local, pasando muy de cerca de Ferland Mendy. El colegiado del encuentro, José María Sánchez Martínez, lo recogió así en el acta: “En el minuto 48 del encuentro en la celebración del gol visitante, se lanzó desde un sector de la grada una botella de agua llena al terreno de juego, no impactando en ningún jugador. El lanzamiento se produjo desde la zona donde estaban ubicados los seguidores del club local. Por este motivo el partido estuvo detenido durante un minuto, avisando el delegado de campo por megafonía que el lanzamiento de objetos debía de cesar de inmediato. El partido pudo continuar sin que ocurriesen más incidencias de esta índole”.
El Comité de Competición acaba de ratificar lo estipulado por el árbitro y se ha pronunciado sobre el fondo de la cuestión, alegando el artículo 117 relativo a la alteración del orden del encuentro de carácter leve, donde se señala que “cuando con ocasión de un partido se produzcan hechos de los definidos en el artículo 15 del presente ordenamiento y se califiquen por el órgano disciplinario como leves, el club responsable será sancionado con multa de hasta 602 euros”.
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