El Real Madrid jugará las semifinales de la Liga de Campeones -las duodécimas en las últimas catorce temporadas- luego de eliminar al Manchester City en la tanda de penaltis.
El gran trabajo defensivo del cuadro de Carlo Ancelotti, que no cometió los errores del pasado año -el City eliminó a los blancos en las ‘semis’, goleándolos en el Etihad (4-0)-, tuvo sus frutos y, después de 120 minutos de alto voltaje, el Madrid se llevó el choque.
Los de Pep Guardiola recorrieron 154 kilómetros y tuvieron más de 30 disparos, pero en la portería del Real Madrid se encontraba el que ya es un héroe que forma parte de la historia reciente del club: Andriy Lunin.
El guardameta ucraniano firmó el mejor partido desde que viste la camiseta blanca, destacando en la tanda de penaltis, cuando logró parar disparos desde los once metros de los ‘citizens’.
El partido tuvo en Guardiola, y en sus reacciones, uno de los principales atractivos para el público madridista. Al término del partido, el entrenador del City sorprendió, adelantándose al turno de Ancelotti en la rueda de prensa, y admitió que el Real Madrid era justo ganador del choque. “Como me dijo Cruyff, no existe la suerte”, dijo el catalán, que reconoció que les faltó gol y elogió el carácter guerrero del Madrid.
La elegancia, totalmente atípica, de Guardiola dista mucho del mal perder de sus futbolistas y, en concreto, de un jugador español, Rodri. Para el centrocampista, el pase del Madrid no deja de ser una circunstancia casual. “En los penaltis, la suerte estuvo del Madrid, como siempre”, manifestó al terminar el partido.
El ex del Atlético de Madrid, que pudo acabar expulsado debido a varias entradas graves y que únicamente vio la tarjeta amarilla en una ocasión, evidencia así la rabia por la derrota en el Etihad. Estas críticas llegaron al vestuario del Real Madrid, donde no gustaron nada: “Todo son excusas cuando ganamos nosotros, que si la hierba, que si la suerte…”.
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