El Real Madrid está ultimando su reforma del estadio Santiago Bernabéu, dando forma al que será el primer estadio del siglo XXI.
La decisión de los ejecutivos merengues de transformar por completo el feudo blanco ya está ofreciendo sus primeros resultados: los conciertos programados para este verano serán los eventos que marcarán la pauta de un espacio multiusos.
Así las cosas, el Santiago Bernabéu se convierte poco a poco en uno de los centros de ocio y entretenimiento más importantes de todo el planeta. Los eventos pensados para los próximos años serían una ayuda fundamental… siempre y cuando se hicieran realidad.
La junta directiva merengue tenía muchas esperanzas puestas en el Mundial de 2030: se rumoreó que el Santiago Bernabéu es uno de los estadios seleccionados como candidato a alojar la gran final de esta cita internacional. Tener la final del Mundial en el estadio blanco significará un fortísimo impacto a todos los niveles, especialmente el económico: la facturación del club madridista podría multiplicarse más allá de lo previsto durante los primeros años de actividad de las tiendas y restaurantes incluidos en el interior del estadio.
En la cuerda floja
Pero esa realidad se estaría apagando lentamente… y Florentino Pérez no puede hacer nada para evitarlo. Las fuertes turbulencias que hay en torno a la RFEF y la sucesión de Luis Rubiales al mando del ente público han provocado la intervención de UEFA y FIFA. Ambas entidades supranacionales enviaron un escrito al Consejo Superior de Deportes en el que ofrecen una última oportunidad de explicarse… so pena de ‘borrar’ a España del Mundial de 2030.
Porque FIFA aún no ha ratificado que la candidatura conjunta con Portugal y Marruecos sea la elegida para organizar esa edición. Una sanción a nuestro país acabaría definitivamente con las esperanzas de que el Santiago Bernabéu acoja la final del Mundial, restando todo el prestigio y el impacto económico que recibiría la entidad presidida por Florentino Pérez en consecuencia.
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