Según la crónica de dicho diario, los servicios de seguridad del Real Madrid tuvieron que emplearse a fondo para controlar la situación, en especial en el hall del hotel en el que se aloja la expedición blanca donde esperaban un buen número de aficionados decididos a saludar a sus ídolos.
‘Mujeres y hombres esperaban a Cristiano, Kaká, Casillas, Raúl, Guti y compañía para lanzarse a sus cuellos en busca de una foto o un autógrafo (como mínimo). Se produjeron momentos de tensión cuando la histeria se hizo colectiva y el caos se llegó a hacer fuerte. Empujones, agarrones, gritos y llantos acompañaron el complicado trasiego de los jugadores hasta diferentes salidas de escape, salas en las que tuvieron que esperar hasta que los aficionados fueron desalojados’, relata el enviado especial de El Mundo que agrega que ‘el portugués Pepe, por ejemplo, casi se lleva hasta su habitación a un niño colgado en su cuello, pero fue desenganchado a tiempo, con notables señales de malestar del padre de la criatura’.
Y resalta que Cristiano Ronaldo fue el jugador más protegido por parte de la seguridad del club, ante las pasiones que levanta el ídolo que no tiene ni opción de acercarse a firmar autógrafos ante el riesgo que eso podría suponer para su integridad.
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