Hoy se cumplen justo treinta y cinco días desde que el Real Madrid diera su primer paso en esta pretemporada el pasado diez de julio. Desde entonces, la plantilla merengue se ha ejercitado en Valdebebas, en Irlanda, en Toronto y en Washington, y en todos estos lugares hubo un denominador común: que Sergio Ramos casi no ha podido participar de esos entrenamientos junto a sus compañeros.
En el club andan preocupados porque están convencidos de que el de Camas será una pieza clave en este nuevo proyecto en el Real Madrid, y hasta el momento es una de las ausencias más destacadas en esta primera fase de la temporada. Por ello, la lesión de Ramos se va a tratar con mucho mimo. El lateral sufre una inflamación en el tendón de Aquiles de su pie izquierdo y, aunque a priori no es una lesión grave, no está teniendo una recuperación plácida ni mucho menos.
LA INFLAMACIÓN NO REMITE
Ramos, como casi todos los futbolistas profesionales, comenzó a trabajar antes de iniciar la pretemporada, y se resintió de las molestias en el tendón de Aquiles. Cuando se incorporó a la plantilla merengue, las pruebas realizadas por los galenos blancos confirmaron la inflamación, y desde entonces, ésta no ha remitido en ningún momento. El dolor que sufre el jugador en esa zona es notable pues no puede correr ni saltar, y no se sabe con certeza cuándo desaparecerá (podría ser en tres días o en una semana y media). Hasta que no desaparezca no podrá comenzar con una rehabilitación al uso, con lo que a día de hoy sigue trabajando día tras día en el gimnasio, y con un tratamiento de antiinflamatorios y masajes.
Nadie en el club quiere forzarle ni precipitarse, hay que seguir todos los pasos. Primero, que remita el dolor, luego la recuperación, y por último según el diario As, comenzará a realizar una pretemporada personalizada similar a la que han hecho todos sus compañeros para que cuando vuelva, lo haga en plenitud de condiciones físicas.
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