A saldar la deuda con el Bernabéu

Y es que el Real Madrid regresa al lugar de los hechos, a la misma plaza donde el público les despidió con almohadillas en la última faena (en el sentido más literal de la palabra), al estadio donde el Alcorcón se hizo mundialmente conocido por eliminar de la Copa del Rey a un Real Madrid que se achicó entonces como pocos recordaban. Y regresa con la intención, y casi la obligación para con sus seguidores, de solventar el monumental traspié de la pasada semana.

Para ello, el chileno no podrá contar con Sergio Ramos, que sigue sancionado después de dos partidos, ni con otros cuatro jugadores con molestias musculares: Cristiano Ronaldo, Guti, Van Nistelrooy y Lass Diarra. De esta forma, con Gago como principal candidato a suplir la baja del sobrecargado francés -aunque suene a chiste-, el entrenador madridista deberá recomponer sobre todo la defensa. Albiol ha entrado finalmente en la lista a pesar de sus molestias físicas, pero es muy probable que no esté en plenitud para medirse al conjunto cántabro, con lo que la combinación Arbeloa-Pepe-Garay-Marcelo tiene muchos enteros para ser la que defienda la portería de Casillas de las embestidas de un Racing que llega al coliseo blanco en coma, con respiración asistida y encima con un nuevo tratamiento en prueba aún que ha elaborado el recién llegado doctor Portugal.

En ataque, Pellegrini no se va a reservar ninguna nave, y es muy probable que vuelva a apostar por Kaká, Higuaín y Benzema en la línea de vanguardia. El chileno ha aprendido la lección y no se va a arriesgar a que el público del Bernabéu le tirotee públicamente a silbidos ante toda la directiva merengue de nuevo. Y menos ante la gran oportunidad que se le presenta al Madrid de cazar el liderato una jornada antes de visitar el Camp Nou, jugando ante uno de los rivales hasta ahora más débiles y con un Barcelona griposo que tiene que visitar San Mamés. Tal y como el propio Pellegrini avanzaba ayer, es el día perfecto para saldar la deuda contraída con el Bernabéu.