FP preguntará por Silva y Mata el sábado

Es de sobra conocido por todos los problemas económicos que acucian al Valencia desde hace ya varias temporada. Mal que bien, los valencianos han podido sobrevivir económica y deportivamente sin la necesidad de vender a sus mejores jugadores (a excepción de Albiol, por el que el Madrid pagó este verano 18 millones de euros). Sin embargo, la situación parece insostenible en la ciudad del Turia.

Lo que sí tienen claro en Valencia es que no van a vender a ninguna de sus figuras (entiéndase como tales a Villa, Silva y Mata) en el próximo mercado invernal, por más que equipos como el United o el Chelsea pregunten día sí, día también a los dirigentes valencianistas por la situación de Villa. El Valencia está cerrado en banda a vender en invierno. Y eso es innegociable e inamovible.

100 MILLONES POR EL TRÍO

Otro cantar bien distinto surge si hablamos de cara a la próxima temporada. Y es que según se comenta en foros internos del club levantino, el Valencia podría acometer una renovación muy profunda de cara a la temporada 2010-11. Esa renovación vendría dada por la salida de Villa, Silva y Mata, por los que el club levantino espera ingresar una cantidad total que supere los 100 millones de euros. El asturiano, por el que suspiran en el Premier, está valorado en 45 millones de euros. Silva, por su parte, es un viejo objeto de deseo del Real Madrid y, a buen seguro, que su nombre volverá a salir a colación en las conversaciones que se llevarán a cabo entre directivos de Valencia y Real Madrid este próximo fin de semana. El precio del canario oscilaría entre los 30 y 40 millones. Mata, por su parte, sería el más barato del trío, ya que su salida podría producirse por 20 ó 25 kilos.

El Real Madrid anda muy atento a todo lo que pueda suceder en los próximos meses en Valencia. Silva es jugador que más interesa. Mata supondría el regreso del hijo pródigo que no fue bien cuidado en casa. Lo de Villa se antoja más complicado, por cuanto se le dejó escapar el pasado verano. Florentino, a buen seguro, afilará sus garras. Y es que los nombres que se barajan así lo merecen.