Mucho se había especulado sobre la alineación que Manuel Pellegrini sacaría este sábado para enfrentarse al Zaragoza. Y es que la posición del rival, en puestos de descenso, y el hecho de la ausencia de Kaká invitaban a probar en ataque con un nuevo tridente para el equipo: Cristiano, Higuaín y Benzema.
Sin embargo, el técnico chileno ha sido una vez más fiel a sus principios tácticos y ha preferido dejar en el banquillo al francés. La gran temporada de Higuaín, con ocho goles en Liga y dos en 'Champions' antes de llegar al partido del Zaragoza, invitaba a seguir contando con el argentino. Esto, añadido a que Cristiano es intocable, dejaba la duda entre usar un enganche como Van der Vaart o recurrir a Karim Benzema; entre lo cual la decisión ha sido la de utilizar al mediapunta.
Por ello, el ex del Olympique sólo pudo de gozar de unos media hora en la segunda parte del encuentro al sustituir a su compañero Marcelo. En esta ocasión, su escaso tiempo en el terreno de juego no le impidió marcar de nuevo, como ya hicera en el duelo ante el Almería, y demostró que no ha perdido la gran forma exhibida la semana pasada ante el Valencia. De momento, deberá esperar al 2010 para mejorar su rendimiento goleador (5 goles en Liga), algo que si hace, a buen seguro que le permita volver a la titularidad en el equipo.
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