Wagner Ribeiro, el polémico agente de jugadores que ocasionó la tan polémica salida de Robinho), es quien representa a un jugador que, pese a atesorar un talento que puede ser calificado incluso como sobrenatural, ya ha protagonizado varios episodios polémicos en su club, el Santos (peleas con jugadores, no pasar a ninguno de sus compañeros en un partido, etc). Se trata de un futbolista prometedor que es seguido por los clubes más importantes de Europa, pero al que aún le falta madurar para dar ese paso.
Su agente, alguien de muy poco fiar en esto del fútbol por sus turbios antecedentes, ya ha advertido en una radio brasileña que el jugador no saldrá del Santos hasta después de los Juegos Olímpicos de 2012: "Va a estar en el Santos para jugar la Copa Libertadores, y aún no sabemos cuál será nuestra decisión en el futuro. Lo que sí está claro es que no se irá a ninguna parte hasta después de las Olimpiadas". Ahí queda eso, aunque conociendo la labia de Wagner Ribeiro, mejor no fiarse.
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