Los blanquiazules golpearon primero, con un gran gol de David Trezeguet en el segundo minuto de juego. El delantero francés remató a la escuadra un centro de Cortés desde la derecha, y adelantaba así a un Hércules muy sólido en su propio estadio.
Los blancos acusaron el golpe, y los locales tuvieron alguna ocasión para ampliar su ventaja. Sin embargo, poco a poco el conjunto merengue se hizo con el control del juego y comenzó a llegar con peligro a la portería de Calatayud.
Sin embargo, no sería hasta después del descanso cuando Di María igualaría la contienda. El argentino aprovechaba a la perfección un rechace de Calatayud, que no pudo atajar un potente disparo lejano de Cristiano Ronaldo.
Con el empate, los blanquiazules trataron de amarrar un punto, pero el Madrid se vino arriba y atacó sin descanso. Durante casi media hora, los blancos encerraron al rival en su propia área, y hasta el minuto 80 no llegaría el 1-2. La salida al campo de Karim Benzema sería a la postre decisiva en el desenlace del choque.
Tras una jugada sensacional de los blancos, Marcelo llegaba a línea de fondo, y asistía para el disparo del francés. El rechace de Calatayud llegó a pies de Ronaldo, que no perdonó ni el gol ni los insultos de un sector de la grada que se cebó con él.
Los gestos del portugués señalándose la oreja fueron criticados posteriormente por algunos, pero nadie recuerda la presión a la que se somete a un futbolista de su talla en ciertos campos de Primera. A cinco minutos del final, un certero contragolpe acabaría con el tercero y definitivo. Di María asistía para Benzema en banda, y el pase de la muerte del francés fue empujado a la red nuevamente por CR7.
Al final, tres puntos que volaron para Madrid en una de las salidas más complicadas del año, ante un rival recién ascendido que no tenía nada que perder.
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