El portugués se resarció del clásico con un espectacular hat trick ante el Sevilla en el Pizjuán, y lejos de pensar en la victoria del equipo y marcharse con una sonrisa al vestuario, prefirió enardecer su polémica con los críticos, a los que atacó de forma contundente tras el choque. Una actitud sincera y unas palabras a las que no les falta razón: pero en el Real Madrid, los buenos modos están muchas veces por delante, y durante la comida de Navidad celebrada el domingo varios directivos tuvieron la ocasión de pedir calma al luso.
Éstos recordaron al delantero que ser el crack de un club como el Real Madrid conlleva también ciertas responsabilidades extradeportivas. Es evidente que a nadie le gusta recibir críticas, pero en el caso de Cristiano este hecho llega hasta el extremo. El delantero contesta a cada una de ellas, dejando una imagen de sí mismo y del club que parece no gustar en las altas esferas blancas. Por este motivo, la directiva podría haber dado un tirón de orejas al luso pidiéndole que trate de aceptar las críticas y que conteste a ellas únicamente sobre los terrenos de juego y no fuera.
De hecho, en el club preocupa que las críticas afecten tanto al portugués, y creen que la presión a la que el propio Cristiano se somete antes de determinados partidos es lo que le hace fallar en ocasiones. Es lo que sucedió ante el Barcelona, tal y como aseguran algunos directivos citados por El Confidencial: “se exige mucho. Quiere hacerlo todo y no se puede. En ocasiones, esa ambición juega en su contra”, recoge el medio. Florentino, Di Stéfano e incluso Mourinho han tratado de relajar los ánimos del portugués, que encadena momentos de relajación con respuestas tensas ante los medios. Habrá que ver si el último toque de atención surge efecto. En cualquier caso, lo más importante es que su rendimiento no se vea afectado.
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