A pesar de que ciertas informaciones apuntaban a una inminente reunión entre ambas partes, el Madrid prefiere dejar pasar los días, congelar la situación y esperar a la vuelta de la gira americana para contactar de nuevo con el Tottenham.
El club inglés pide más de 40 millones de libras como fijo y en unos variables que alcanzen hasta los 50 millones de euros por el traspaso. El Madrid no quiere dar más de 30 millones fijos y una cantidad en variable que alcance los 38 millones. De ahí no se va a mover la oferta blanca.
El paso de los días juega a favor del Real Madrid; el Tottenham tendrá que convivir con un futbolista que está a disgusto, que no quiere continuar en Inglaterra y que sólo piensa en el Real Madrid. Complicada situación para Levy y Villas-Boas. El Madrid hace bien en tener paciencia. El tiempo corre a su favor.
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