Detrás del mejor '3' hubo el mejor abuelo

La increíble historia del abuelo de Marcelo


Marcelo en el partido ante el Chelsea

Marcelo en el partido ante el Chelsea




Los 15 ‘reales’ que le formaron como futbolista

Marcelo lo cuenta en una emotiva carta publicada en redes sociales: “Cuando era niño, mi abuelo me daba 15 reales para ir a los entrenamientos del Fluminense. Mi familia era un poco pobre pero él hacía lo que podía para que yo pudiera cumplir mi sueño de ser futbolista”. Nada hubiera sido igual para el madridista sin la generosidad de su abuelo. Marcelo acudía a los entrenamientos del ‘Flu’ con la ilusión de convertirse en miembro de una de las mejores escuadras de Brasil. Tras varias semanas, Fluminense estaba a punto de escoger a varios jugadores de su promoción y la suerte estuvo del lado del ahora mejor carrilero zurdo del mundo.

El bar de su abuelo le ‘salvó’ la vida

Una máquina de ‘banderas’ de varios países posibilitó que Marcelo asistiera al entrenamiento decisivo con Fluminense.  Su abuelo no le daba más monedas para pagarse el entrenamiento-solo le quedaban 2 reales-pero al ‘12’ le acompañó la fortuna. Acertó en el juego, obtuvo 40 reales de premio y pudo pagarse el viaje. Los técnicos de Fluminense no dudaron y Marcelo fue uno de los tres elegidos.




Hoy, el Madrid no puede ‘vivir’ sin él

Con sus errores defensivos, con sus faltas de concentración puntuales, Marcelo Viera es el mejor ‘3’ del planeta con mucha diferencia. Su capacidad para crear situaciones de peligro es indescifrable. Sabe pisar el esférico, tocar en corto, dar pases al hueco, poner grandes centros y finalizar con elegancia ante la portería rival. Su conexión con Zinedine Zidane es fundamental.

Da la impresión que con el técnico francés ha llegado al punto de madurez exacto. Se siente seguro, titular y uno de los ojitos derechos del entrenador. Su concurso fue fundamental el pasado curso para ganar la Liga de Campeones. Logró dejar a un lado las lesiones y el Real Madrid fue el gran beneficiado. Todo comenzó en aquel Bar en el que una ‘bendita’ máquina le abrió directamente las puertas de la gloria…