Todo esto ha hecho que la España triste, esa que está compuesta por todo el antimadridismo, cargue contra los árbitros, a raíz de aquel encuentro entre el Real Madrid y la UD Almería. Sí, ese partido en el que Hernández Hernández, culé confeso, impartió justicia desde el VAR.
En caso de que no lo hubiera hecho, Hernández Maeso, colegiado que estaba en el campo aquella tarde, habría perjudicado al Real Madrid. Eso les gustará más. Están acostumbrados.
Este choque ha dado pie a que desde la ciudad condal se intente menospreciar el curso liguero que está realizando el cuadro de Carlo Ancelotti. Todo ello liderado por el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y Xavi Hernández, su mediocre entrenador.
Estos dos, que no están para hablar en absoluto por lo que ya todos sabemos, han lanzado un mensaje basado en que la competición está adulterada por parte del Real Madrid. Increíblemente lo dicen y no se ponen ni colorados, cuando el propio Joan Laporta le subió el sueldo al vicepresidente de los árbitros, Enríquez Negreira. “¿Por qué lo hiciste?”, habría que preguntarle al mandamás culé.
Lo peor de todo es que saben que se dirigen a un público radical y que les compra el discurso. Pese a ello, es evidente que no es cierto. Tan solo hay que echar un ‘vistazo’ a las 23 jornadas que llevamos del campeonato nacional de Liga.
Los errores que ha sufrido el Real Madrid
El equipo blanco va líder en solitario a pesar de haber sufrido hasta 22 errores arbitrales. Esto, aunque no lo digan por ningún lado, exceptuando RMTV, hay que mencionarlo más a menudo.
Los primeros fallos contra el equipo de Concha Espina llegaron en la jornada 4. Empezamos pronto. En ese compromiso, que fue ante el Getafe en el Santiago Bernabéu, hay una mano de David Soria, guardameta del equipo azulón, fuera del área. Era roja clara. Además, existen dos penaltis a Jude Bellingham por claros derribos al inglés. No se señaló nada.
En la jornada 6 llegó el primer derbi de la temporada y con él la primera derrota de los madridistas. El partido fue en el Cívitas Metropolitano y el arbitraje no pudo ser peor. Todo empezó con una falta de Mario Hermoso a Jude Bellingham que fue la antesala del 1-0. También anularon un gol de Camavinga por un fuera de juego posicional de Rüdiger, cuando realmente el alemán no intervino en la jugada.
Para colmo, se le perdonó la expulsión a Giménez por una entrada criminal sobre Rodrygo y era el último hombre. Solo se quedó en amarilla. En ese encuentro, Cuadra Fernández estaba en el VAR. Casualidades de la vida, que fue el mismo que perjudicó al Real en la eliminatoria copera.
Tan solo una semana después, el Madrid recibe a la UD Las Palmas en el Santiago Bernabéu. Pues bien, en ese choque hay dos penaltis que no se le pitan a los blancos. Uno de Álvaro Valles sobre Brahim y otro de Saúl Coco a Joselu. El central canario se llevó por delante al delantero.
Tres jornadas después, el cuadro de Carlo Ancelotti visitó el Ramón Sánchez Pizjuán. Desde Nervión también se perjudicó considerablemente al Madrid. En esta ocasión, se le anula un gol a Valverde por posición antirreglamentaria de Jude Bellingham.
Posteriormente, se demostró, gracias al vídeo de un aficionado, que el inglés estaba en posición correcta. El poder de Roures, nada sorprende. Además, al filo del descanso hay un penalti a Vinicius que no se pita, ni en el campo y tampoco en el VAR.
Dos semanas después, el actual líder de LaLiga se dejó dos puntos en el Santiago Bernabéu frente al Rayo Vallecano. El equipo no estuvo del todo bien en ese encuentro, pero hubo una agresión al ‘7’ madridista que era de roja directa. Incomprensiblemente, no se señaló ni falta.
En Montjuic, frente al Barcelona, ese equipo que pagó al vicepresidente de los árbitros, también apareció el factor arbitral. Muchos hablan de un posible penalti de Aurélien Tchouaméni a Ronald Araujo, pero nadie comenta la falta que le hace el central uruguayo a Eduardo Camavinga dentro del área. La imagen habla por sí sola.
Llegamos a la jornada 16. Otro pinchazo de los pupilos de Ancelotti. Esta vez en el Benito Villamarín. En ese encuentro, hay una pena máxima de Aitor Ruibal sobre Rodrygo que no se castiga. La zancadilla es clara. A posteriori, marca Brahim y lo anulan por fuera de juego. Las líneas que se tiraron y las tomas que se vieron en la retransmisión dejaron mucho que desear.
Eran Navidades, pero no por ello cambiaron las cosas. El Madrid visitó Mendizorroza y consiguió ganar in extremis. Sin embargo, el choque hubiera sido más sencillo si se hubiese señalado como penalti un agarrón clamoroso sobre Brahim Díaz. Se pitó falta, pero fuera del área. Acojonante.
Por último, lo que ha pasado en estos últimos cuatro días. En primer lugar, la aparición estelar del señor De Burgos Bengoetxea en Getafe. Hasta tres penaltis no pitados, uno de ellos al propio Brahim Díaz que es clamoroso. El más claro de esta temporada. Además, hay que resaltar la amarilla a Aurélien Tchouaméni, que le impidió estar en el derbi y que se produjo en una jugada que estaba invalidada por fuera de juego. De hecho, la acción es muy dudosa para ser amarilla. Cosas inexplicables. O no, ya todos sabemos lo que hay.
La gota que ha colmado el vaso llegó en el último derbi. Tres penaltis no señalados a favor del Real Madrid. A cada cual más claro. Dos a Jude Bellingham y uno a Lucas Vázquez. Nadie dirá nada. De hecho, se habla más del acierto en el fuera de juego posicional en el gol de Savic que de esas penas máximas. Así funciona este país.
Antimadridismo sociológico
Esta es la dura realidad de la temporada. A pesar de que los que más deben callar intenten vender que el Real Madrid está siendo beneficiado, el club blanco ha salido perjudicado hasta en 22 ocasiones. Sí, leéis bien, 22 .
El sentir que se está produciendo se debe a que están viendo que el cuadro merengue va por buen camino para alzarse con LaLiga e intentan desestabilizarlo de todas las maneras posibles. No obstante, hasta hoy, y toco madera, no lo han conseguido. El Real está demostrando que es el mejor equipo de España y afronta un mes clave para sentenciar LaLiga. Ojalá así sea.
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