Hace el trabajo ‘sucio’ de la mejor manera posible.
Era verano del 2022. El Real Madrid, actual campeón de Europa por aquel entonces, decide vender a Casemiro. Una leyenda. Un jugador único que se ganó a toda la afición desde que salió a salvar los muebles ante el Borussia Dortmund en aquellos cuartos de final de la Champions en 2014. Sin embargo, ocho años después puso fin a su etapa en el club blanco. El Manchester United ofreció 80 millones y fue una operación buena para todas las partes.
El sustituto del brasileño fue un tal Aurélien Tchouaméni. La mayoría de los seguidores del club no conocían a este joven francés que jugaba en el AS Mónaco. Sin embargo, en la zona noble de Chamartín decidieron apostar por él. Una vez más, el conjunto blanco daba una lección de ‘cazar’ jóvenes talentos.
Sinceramente, y hablo desde mi persona, el galo ha sido un auténtico incomprendido. Incluso, hasta por parte de algunos madridistas. Eso sí, con el paso del tiempo ha salido a relucir lo importante que es para Carlo Ancelotti. Es ese tipo de jugador que hace el trabajo ‘sucio’ y maneja como nadie esos intangibles que tanto predominan en el fútbol. Y no, no solo hablo de la polivalencia que está demostrando en la presente temporada. Ha hecho grandes partidos en su posición natural, mediocentro defensivo, y también de central. Y gracias.
Sí, hay que estar agradecidos al bueno de Tchouaméni, debido a que sin él esta campaña hubiera sido muy diferente. Sin Militao ni Alaba y con Nacho en un nivel que es mejorable, el galo ha sido el encargado de sacar la situación adelante. Carletto recurrió a él y este respondió a la perfección. Incluso, hay muchos que consideran que sería un buen central.
La pregunta está encima de la mesa e incluso se pueden ver debates en las redes sociales. Hay quien considera que el míster de Reggiolo ha descubierto a un grandísimo defensor. Incluso, lo han llegado a comparar con Fernando Hierro, que vivió una situación parecida.
Cierto es, como he dicho anteriormente, que el bueno de Aurélien ha rendido de manera notable, pero, en mi opinión, estimo que le faltan ciertos conceptos claves para ser un zaguero impresionante. Ha habido partidos en los que se ha visto, por su manera de posicionarse, que no es un central natural. Lógico.
Muchos podrán pensar que este tipo de aspectos los puede ir adquiriendo con el paso del tiempo. Pese a ello, el Madrid debería seguir sacándole su máximo rendimiento en la zona medular que, además, es la demarcación en la que el propio futbolista se siente más cómodo. De este modo, también lo entiende el propio club, dado que desde hace varios meses busca un central joven con el que reforzar la línea defensiva. El favorito para ello es Leny Yoro, al que muchos llaman el ‘nuevo Varane’.
Los lectores con mejor memoria recordarán que Carlo Ancelotti insistía en el famoso “equilibrio” para justificar su decisión de jugar con 4-4-2 en lugar de 4-3-3 durante su primera etapa al frente del banquillo del Santiago Bernabéu. En aquella época, el encargado de que el equipo no se partiera era Casemiro, ahora lo es Tchouaméni.
Este te podrá gustar más o menos. Puede realizar un fútbol más vistoso o aburrido, pero lo que está claro es que es ese tipo de futbolistas que es indispensable para cada equipo. Por esta razón, es un pilar importantísimo dentro de los esquemas de su entrenador.
Tal vez no sea tan bueno de ver como era Casemiro. Lo reconozco. El brasileño siempre cortaba los ataques del rival y era un auténtico espectáculo verle sobre el césped. Era un especialista en robar balones y como él dijo, iba a por cada pelota como si fuera un plato de comida.
No obstante, tal y como asegura el refranero español, “las comparaciones son odiosas”. Pues bien, creo que muchos juzgan a Tchouaméni acordándose de su antecesor, olvidándose de que son muy diferentes. Juegan en el mismo puesto, pero tienen un estilo de juego distinto.
Durante su primera temporada dejó dudas, pero en esta segunda campaña Tchouaméni está empezando a justificar que realmente vale lo que pagó el Real Madrid por él.
El ex del AS Mónaco siempre está bien colocado sobre el terreno de juego. Sabe lo que debe hacer en cada momento y su presencia en el centro del campo incómoda a los equipos contrarios, que prefieren, evidentemente, un Madrid sin él.
Literalmente es un auténtico ‘muro’. Demuestra un poderío físico impresionante y esto es cada vez más importante en el fútbol de hoy en día. Por esta razón, entre otras, el Real lidera LaLiga con tanta superioridad hasta el momento.
Florentino Pérez y la dirección deportiva llevan bastante tiempo realizando una planificación deportiva maravillosa basada en hacerse con los futbolistas más prometedores del momento. Vinicius, Rodrygo, Militao, Camavinga y el propio Tchouaméni son un ejemplo de ello.
Este último, que es el protagonista de este reportaje, está destinado a mejorar. A pesar de que aparente tener más edad por su excelente constitución física, hay que resaltar que tan solo tiene 23 años. Dispone de toda una carrera por delante.
Así pues, en la zona noble de Chamartín creen que va a hacer un jugador muy importante de cara al futuro. Incluso, en varias ocasiones equipos de la Premier han preguntado por él y la respuesta siempre ha sido la misma: “no se toca”.
Por tanto, aquellos madridistas que pongan en duda la capacidad de Tchouaméni que tengan paciencia y confíen. Se los recomiendo. Está destinado, al igual que muchos de la actual plantilla, a hacer historia con la elástica blanca. Un futbolista como él es necesario y, aunque su fútbol no sea lo más bonito de ver, es fundamental para nuestro Madrid. Tengamos esto siempre presente.
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