Este medio comienza su exposición sobre la falsedad de la tertulia que presenta Pedrerol, al que califican de ‘El Gran Pedrerol’. De hecho, la última intervención de Pipi Estrada en el programa les ha servido para soltarles una buena somanta de leches por “chorradas” que “se inventa”. De hecho, ya le han bautizado con el sobrenombre de ‘Pipinocho’ ¡Por algo será!
“Pipi Estrada volvió a hacer el mayor de los ridículos en El Chiringuito de Jugones la pasada madrugada. El periodista, por llamarlo de alguna forma, se permitió el lujo de desvelar el futuro de hasta futbolistas del Real Madrid y otro futurible. Sin tener ni idea, ya que suelta unas trolas cada día mayores y con el consentimiento total de Josep Pedrerol. Sacó la bola de cristal y le hizo la competencia a la gran Aramis Fuster. Vivir para ver. ¡Todo por la audiencia!”, señala ‘donDiario.com’. Pero hay más, mucho más.
La forma de hacer televisión de este programa siempre ha sido más que discutible. Enfrentamientos fingidos, enemistades que no lo son y una falsedad constante a la hora de soltar exclusivas que nadie en su sano juicio podría creerse.
“Las mentiras, rollos e invenciones de Pipi Estrada en El Chiringuito son constantes. Están a la orden del día. El colaborador del 'Gran Pedrerol' es un fantasma de mucho cuidado. Pipi no acierta ni una, pero no tiene la decencia como para frenar. Quizá no es culpa suya porque mientras le dejen decir las barbaridades que suelta, él está feliz y contento. No se da cuenta de que hasta sus compañeros de programa se descojonan de él a tope y constantemente. ¡Sus 'bolas' son cada día más inverosímiles!”, afirman en ‘donDiario’ sobre el periodismo basura que permite Pedrerol a colaboradores como Estrada ¡Les han calado!
En esta crítica contra Pipi Estrada no se salva tampoco el que le permite hacer el paripé cada noche en la que tiene ‘actuación’. Del culé Josep Pedrerol, al que ponen fino por su poco criterio a la hora de diferenciar entre la seriedad y la tontería, también critican que usa a su tertuliano como si fuera un monigote para su único deseo, tener audiencia. No le importa ni el cómo ni el cuándo, sólo sumar espectadores que le den números a su teatro nocturno.
“Parece evidente que el 'Gran Pedrerol' apuesta por un personaje cómico con el que 'partirse el culo'. Un tipo que haga el ridículo más espantoso para que la gente se descojone de sus 'chistenoticias' y conseguir un poco más de audiencia o que ésta no decaiga a esa hora de la madrugada. Eso sí, a costa de la propia credibilidad del programa. En las redes incluso ya le conocen por Pipinocho. ¡Menudo fantasmón!”, finalizan en este medio su análisis de un programa más propio de la Gran Vía madrileña, con sus teatros y salas de actuación, que de un evento televisivo.
**Fotografía: goole image (si por cuestión de derechos no puede usarse, rogamos nos lo comuniquen)
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