Los blancos saben que hacer de su cancha un fortín es la clave para clasificarse a la siguiente ronda. El grupo en el que está encuadrado el Real Madrid es tremendamente competitivo, por eso hay que asegurar la victoria en todos los partidos que se disputen como local e intentar sacar algo positivo en los choques que sea posible fuera de casa. De momento, el equipo merengue cumple con lo previsto. Ganó contra el Brose en la primera jornada y cayó derrotado contra el CSKA en Moscú.
Ahora la Euroliga vuelve al Palacio y Pablo Laso no quiere ningún tipo de susto. El ser fuerte en casa ya le valió al Real Madrid para acceder al Top-16. De los cinco partidos que jugaron en la capital de España, tan solo perdieron un partido, ante el Khimki, el resto cuatro victorias como locales que fueron claves en el devenir del equipo en Europa. Ahora la idea es la misma y contra el equipo de Kaunas es una buena oportunidad de seguir haciendo del Palacio una cancha inexpugnable.
El equipo lituano todavía no ha sido capaz de ganar ningún partido en esta ronda y el pasado sábado destituyeron a su entrenador jefe Giantaras Krapikas. De momento, han nombrado a Jasikevicius como técnico interino a falta de confirmar quién se hará cargo del equipo. El Real Madrid debe aprovechar la mala situación del Zalgiris para conseguir un triunfo que le acerque al objetivo.
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