Tras la convincente victoria del pasado jueves ante el Barcelona en Euroliga el Madrid se presentaba en una de las canchas más calientes de la ACB, la del Bilbao. Ya desde el primer momento se vio que no iba a ser el día de los de Laso, lentos, fallones y con la gasolina justa después del gran esfuerzo realizado en el Clásico europeo (El ‘zasca’ de Campazzo a Mirotic por su decisión de irse al Barcelona)
Que jugadores como Llull, Campazzo o Rudy tuvieran una tarde tan mala en el lanzamiento exterior no es algo que ocurra muchas veces pero, cuando eso sucede, el equipo lo nota. Campazzo, 0 de 8 en triples, Fernández, 0 de 7 y Llull, 2 de 11. Unas cifras con las que se hace muy difícil el poder competir. De hecho, el equipo en términos globales firmó un 6 de 38, un 15% que denota a las claras que el Madrid no estuvo.
A pesar de todo, y con el equipo cansado y desacertado, el Madrid llegó a tener la última posesión, ya en la prórroga, para haber cerrado y ganado el partido pero el balón le llegó a un Thompkins que no se lo esperaba y cuando lo quiso levantar ya era misión casi imposible convertirlo. El Madrid se dejó su imbatibilidad en la ACB aunque sigue siendo el líder de la misma.
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