Sin embargo, no ha habido un entendimiento total entre todos los clubes. Sin ir más lejos, el Real Madrid fue uno de los cuatro equipos que dijeron ‘sí’ al retorno de la competición en el próximo mes de julio. (En Grecia avisan: Sloukas valora dejar el Fenerbahce y el Madrid, de los favoritos)
Además, el Barcelona y el Anadolu Efes, dos equipos que también están como los blancos entre los 11 que componen el Comité Ejecutivo de la Euroliga, también respondieron afirmativamente al regreso al juego por unas razones muy sencillas. Los tres lideraron el grupo del ‘sí’.
Los azulgrana, tras perder la Supercopa de España y la Copa del Rey y las dudas también sobre la vuelta de la ACB, querían dar un golpe encima de la mesa después del gran desembolso económico que hicieron el pasado verano, mientras que los turcos eran los líderes hasta la fecha y los máximos favoritos al título después de quedarse a las puertas como subcampeones la temporada pasada.
Enfrente, otras potencias del Viejo Continente estaban en contra de volver a jugar. El CSKA, vigente campeón, el Fenerbahce y el Armani Milán hicieron fuerza para con el ‘no’. El propio CEO de la Euroliga, Jordi Bertomeu, propuso la no reanudación de la competición.
Finalmente, el ‘no’ se acabó imponiendo por varias razones. Cada país tiene su propio plan de desescalada (no todos los equipos habían vuelto a entrenar) por el coronavirus y algunas fronteras siguen cerradas, mientras que Kaunas, la sede favorita para albergar el final de la Euroliga (6 jornadas de Liga regular y la Final a 8), no ofrecía garantías de seguridad.
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