El Real Madrid llegaba a este encuentro tras cosechar dos derrotas consecutivas, una en Liga y otra en Euroliga. Era necesario un triunfo para volver a las buenas sensaciones. Por ello, el equipo comandado por Chus Mateo salió a por todas desde el primer cuarto, con un parcial de 26-12, una amplia ventaja que siguió defendiendo en el segundo periodo. El conjunto blanco volvió a realizar unos 10 minutos muy solventes, permitiendo que se llegase al descanso con una cómoda diferencia, 52-30.
Tras la vuelta de vestuarios, vimos un tercer cuarto muy gris por parte del Real Madrid, sobretodo en ataque, gracias a la defensa del Fuenlabrada y al poco acierto de los blancos, que solo anotarían 13 puntos en 10 minutos, un hecho que permitió al conjunto de Fuenlabrada acercarse en el marcador, así llegaríamos al último cuarto con un 65-52 a favor de los pupilos de Chus Mateo. Un cuarto donde se regresó a la normalidad vista en los dos primeros, una gran fluidez en ataque y una buena defensa, que se tradujo en una nueva victoria blanca por 91-69.
Un nuevo triunfo para el Real Madrid, que ya era muy necesario para volver a la dinámica ganadora que nos tienen acostumbrados. Destacar la gran actuación de Llull con 16 puntos y de Deck con 22 créditos de valoración, gracias a 14 puntos y 9 rebotes. Además, Tavares logró realizar su tapón número 500, para colocarse quinto en la clasificación histórica de la liga.
Triunfo importante
El Real Madrid necesitaba volver a vencer, no está teniendo el inicio de temporada esperado, por lo que esta victoria era muy importante para volver a las buenas sensaciones, con el objetivo de reconducir el timón hacia los buenos resultados.
También se trata de oxígeno para Chus Mateo, esta victoria le da el respiro necesario para seguir confiando en su trabajo y ganar tiempo para que el equipo se vaya consolidando sobre la pista, para lograr así un estado óptimo de cara a los próximos meses.
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