"La conclusión del partido ha sido que hemos hecho un gran esfuerzo, hemos llevado la iniciativa, hemos apostado por ir a por el partido y por querer llevarnos los tres puntos, costándonos romper mucho ante la línea defensiva, y cuando el equipo había hecho un gran esfuerzo y se había materializado ese gol que nos daba la victoria, al final hemos muerto en la orilla", analizó el técnico madridista Alejandro Menéndez, quien también se lamentaba porque "hemos tenido un fallo grande donde se nos fueron dos puntos inmerecidamente, pero donde después de haber hecho un desgaste y en este caso un buen partido ante un rival muy difícil, a uno le queda un sabor de boca bastante agrio".
El conjunto blanco, que acumulaba cinco partidos ganando en el Estadio Alfredo Di Stefano, sabía que el Puertollano "iba a venir a defender, que iba a jugar muy replegado, y que iba a especular con ese 0-0. Sabíamos que iba a hacer un gran desgaste en cuanto a marcajes y en cuanto a que no tuviéramos un ritmo alto de juego", comentó Menéndez, que reconocía que el conjunto rival "no nos permitía gozar de muchas ocasiones y no dejaba espacios".
Con todo, el técnico merengue quería destacar de esta igualada la constancia de su equipo. "Hemos sabido mantener el pulso para buscar esa ocasión que nos diera los tres puntos, y cuando ya habíamos conseguido ese esfuerzo grande y ese premio, se nos fue", destacó Menéndez, que trató de animar a unos desmoralizados jugadores madridistas: "Es normal que estén así después de otro partido más en el que se nos han ido dos puntos en el descuento. Queda todo en un sabor agridulce". "Ahora es normal que estén tristes, pero esto continúa y tenemos que pensar en que de las experiencias se aprende. Si de esta aprendemos, bienvenido sea, pero la verdad es que en la Segunda B hay que intentar no ser tan risueños en estas jugadas, concluyó.
Fotografías: realmadrid.com
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