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El Real Madrid Castilla ya ha comenzado a paladear lo que es la Segunda División del fútbol español. Se trata de una categoría difícil, con equipos muy experimentados, con jugadores veteranos que aúnan calidad y experiencia y equipos que se hacen fuertes especialmente en casa. Eso, en encuentros de máxima igualdad, suele marcar las diferencias. Por ese motivo el equipo que dirige Alberto Toril quiere hacer lo mismo. Jugar con oficio, demostrar su calidad y hacer del Di Stéfano un lugar inexpugnable.
El equipo blanco juega sus dos próximos encuentros en casa, y la plantilla ya se ha conjurado para sacar dos victorias consecutivas, lo que significaría colocarse con nueve puntos en el casillero de 15 posibles. Tras pinchar en terreno del Villarreal y del Almería, el Castilla ya se ha dado cuenta de que puntuar a domicilio será una ardua tarea, aunque su imagen en dos de los campos más peligrosos de la categoría dejó en muy buen lugar a la Fábrica blanca. De hecho, en ambos campos perdió por la mínima a causa de errores defensivos y tuvo muchas opciones de sumar, como mínimo, un empate.
Con el equipo como quien dice en construcción, el comienzo del Real Madrid Castilla en Segunda hay que tomárselo como una primera toma de contacto para lo que va a llegar. De ahora en adelante el equipo comenzará a enfrentarse a rivales que, con todo el respeto del mundo, están lejos de Villarreal o Almería. Ganar en casa será vital, y los blancos tendrán dos oportunidades para sumar de tres en tres ante su público, frente a Xerez y Sabadell. Toca salir a morder y demostrar por qué el Castilla volvió por la puerta grande a la división de plata el pasado curso.
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