Fernando Martín y Drazen Petrovic no eran comparables baloncestísticamente hablando. Mientras el balcánico era un anotador compulsivo, el español era un trabajador incansable en la pintura. Sin embargo, si algo tienen en común es una competitividad fuera de lo común en el continente europeo. Ante ese fervor competitivo que caracterizaba a ambos, era normal que chocaran, sobre todo si se enfrentaban alguna vez.
Algo que sucedió en la final de la Copa de Europa de 1985 entre la Cibona de Zagreb y el Real Madrid. En un encuentro cargado de tensión que terminó con 36 puntos de Petrovic, se impuso el conjunto serbio por 87-78. Esa misma temporada ya se habían visto las caras en la fase de grupos y ese choque también se saldó con victoria balcánica y exhibición del genio de Sibenik. Desde entonces, la Cibona se convertiría en la gran bestia negra del Real Madrid en el ‘Viejo Continente'. pues llegó a vencer al equipo de Fernando Martín, Romay Iturriaga y Corbalán hasta en cinco enfrentamientos consecutivos.
Hubo que esperar hasta la final de la Copa Korac de 1988 para que el Real Madrid se cobrara venganza, en el único enfrentamiento que ganó al Real Madrid a Petrovic como rival. En uno de esos choques se produjo un altercado entre el escolta serbio y el pivot madridista en el que estuvieron a un paso de llegar a las manos.
Al año siguiente compartirían vestuario en el conjunto blanco y no fueron pocos los que aseguraron que su relación era pésima. De los jugadores del Real Madrid de aquella época existen testimonios hasta cierto punto contradictorios. Mientras Chechu Birukov aseguró en una entrevista a Jotdown que "Fernando no aguantaba a Petrovic", el norteamericano Johnny Rogers se muestra mucho más comedido al afirmar para AS que "los dos tenían un carácter muy fuerte, pero los roces entre ellos no eran tan importantes, no era para tanto".
Lo cierto es que en el único año que estuvieron juntos en el Real Madrid crearon un ambiente de equipo casi imbatible en el Palacio de los Deportes que tenía como principal estandarte a esos dos colosos terriblemente competitivos. Una Recopa de Europa y una Copa del Rey contemplan una de las mejores plantillas que se recuerdan en el basket blanco.
La marcha de Petrovic a la NBA eliminó la posibilidad de que junto a Fernando Martín estableciera una dinastía en Europa. Lamentablemente, otro de los puntos que les une es su trágica muerte en la carretera.
Fernando Martín falleció un 3 de diciembre de 1989 , mientras que Drazen Petrovic lo hizo casi cuatro años más tarde, el 7 de junio de 1993. Una terrible coincidencia que les convirtió en mitos de forma instantánea, pero no por su muerte sino por lo mucho que demostraron en vida. Con su baloncesto, con su tesón, con su competitividad. Valores que, por supuesto, no se han olvidado y que permanecerán siempre con el Real Madrid.
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