La caverna se ríe del cambio de ciclo

El entorno culé se crece tras ganar lo que ellos mismos llamaron el 'chupito'





El señor que escribe dicho artículo manifiesta que el llamado cambio de ciclo está promovido por el Real Madrid, cuando realmente desde el club no ha habido comentario al respecto. Acusa al madridismo de ser soberbio, de falta de modestia, de 'no tener abuela' por considerar que habiendo ganado la Liga se rompe la hegemonía del Barcelona (algo que es un hecho). Sin embargo, dan por sentado que tal cambio de ciclo no se ha producido. ¿Eso es ser humilde? ¿No es también palabrería barata amigo Pi?

 

Es obvio que la modestia vive desterrada entre los valores del 'moudridismo'. Pero por mucha matrícula de honor que se cuelgue el técnico luso, Cristiano, Ozil o Di María (¿quién será el siguiente?) con esa palabrería soberbia no van a conseguir que se produzca ese cambio de ciclo del que presumen. La singularidad que se manifiesta con el bla, bla, bla es que no les hace falta abuela y poco más.

 

Como era de esperar, el discurso de los árbitros ha hecho acto de presencia para justificar el fracaso culé, el tropezón de un equipo que se las prometía muy felices pero terminó mordiendo el polvo y a nueve puntos de distancia del campeón. Según Pi, este año ha habido una pérdida de imparcialidad arbitral. Habría que ver lo que entienden en Barcelona por imparcialidad, porque ésta se perdió hace años y no precisamente para perjudicar al Barcelona. De hecho, este año los culés no pueden decir que no se hayan visto beneficiados por los árbitros tanto o más que en años anteriores. No hay más que recordar partidos como el del Calderón, La Romareda, los dos ante el Granada, el de Santander, la visita del Athletic al Camp Nou, el atraco al Levante... ¿Seguimos?


 

Hasta el momento, el único cambio habido y constatable ha sido la pérdida de imparcialidad arbitral y la tendencia a favorecer los intereses blancos. Se han 'equivocado' demasiado, y demasiados, siempre con un único beneficiario, que al final ha levantado una Liga de la que sí tendría que avergonzarse el llorón de Setúbal.

 

Hablando de llorones, Pi afirma que al Barcelona le han quitado el título de Liga en los despachos. Señala a Villar, el mismo que no tuvo valor a bajar al Bernabéu a entregar la copa de campeón al Real Madrid, como el impulsor del título merengue. Habría que ver qué dirá sobre los dos atracos perpretados en Copa del Rey ante el equipo blanco y ante el Valencia, que le valieron a la postre el único título de la temporada que no viene rebotado de la pasada. Una Copa que, al contrario que la Liga, está muy manchada por los favores arbitrales al Barcelona. 

 

Pero sería una pérdida de tiempo apelar a la dignidad de quien la confunde con el todo vale. Allá ellos con su reinado ficticio, si consideran que con una Liga obsequiada desde el despacho de Villar van a borrar de escena al equipo reconocido internacionalmente como el mejor del mundo. Que sigan mirándose el ombligo. Porque al Barça podrán arrebatarle algún título en los despachos pero no la imagen que desprende su maravilloso despliegue futbolístico y su capacidad competitiva. Y el pasado viernes, en la despedida de Pep, este grupo superlativo dejó claro que tiene cuerda para rato.

 

Para terminar, Pi se toma el lujo de insultar por última vez al madridismo, al que califica de "talibán" por admitir como un cambio de ciclo el haber conquistado una Liga histórica, la del récord de puntos, de goles, de victorias en general, de victorias a domicilio, etc. ¿Qué calificativo merecería él por intentar comparar una Copa robada con la mejor Liga de todos los tiempos?

 

Se ha acabado el ciclo de Pep. Pero eso no supone que haya terminado el ciclo del Barça. Guardiola auguró que el equipo que deja será todavía mejor el próximo curso, con Tito. Que esto no es un punto final sino seguido. Y que quien tomará las riendas ha sumado el mismo aprendizaje que él mismo ha obtenido. Sólo en las enfermizas mentes de los talibanes antibarcelonistas se puede concebir esta situación como un ocaso prematuro. Ya les gustaría. A todo esto, el Barça sigue festejando su cuarto título de esta campaña. ¿Cambio de ciclo? Pues va a ser que no.

 

Como decía antes, en Barcelona ha dolido muchísimo que el Real Madrid haya acabado con su hegemonía. Pero que se preparen, porque esto no ha hecho más que empezar. El ciclo de Mourinho en el Madrid tiene cuatro años por delante en la que los culés van a sudar tinta. Tiempo al tiempo...