Tito Vilanova falleció el pasado año 2014 después de una larga lucha contra el cáncer. El que fuera entrenador del FC Barcelona dejó huella en el barcelonismo y en el mundo del fútbol. Sin embargo, ni siquiera eso sirvió para que el club que tanto presume de valors tratara como es debido a su hijo mayor, Adriá. Ahora en el Hércules, con el que debutó en Segunda División B hace unos días, no ha dudado en contar lo que tuvo que vivir en La Masía.
“Gerard López no confió en mí, no me dio la oportunidad y tuve que salir; se me ha quedado esa espinita. El club me dijo que Gerard no me quería así que escuchamos ofertas y llegó la del Hércules”, asegura el joven futbolista, que recuerda cómo le apartaron del equipo porque no contaba para el técnico: “En el Barça, a los jugadores con los que no cuenta el entrenador nos apartan, no podíamos entrenar con el equipo”, recuerda con amargura el chaval de 20 años.
Una rajada que deja al Barcelona por los suelos
A pesar de todo, Adriá está convencido de que respondería afirmativamente si el Barcelona volviera a llamar a su puerta: “Claro que me gustaría volver al Barça, es el equipo de mi vida y siento sus colores”. Unas palabras y un sentimiento que hacen todavía más duro para él el maltrato que tuvo que sufrir por parte del club catalán hasta que finalmente pudo abandonar La Masía para recalar en el Hércules.
El FC Barcelona, el club de los valores, el club que tanto presume de cuidar de su cantera y que va de abanderado de la humildad ha vuelto a quedar retratado. No es oro todo lo que reluce en el club catalán y no lo decimos nosotros. Ha tenido que ser Adriá, un canterano que siente los colores y cuyo padre es una leyenda de la entidad azulgrana, quien saque a relucir todas estas verdades y desmonte las mentiras de Bartomeu tanto a nivel interior como a nivel exterior.
Se sintió juzgado en el Barcelona
En el Hércules, el joven futbolista ha encontrado un vestuario y una afición que por fin le tratan como es debido: “Vivo muy tranquilo en Alicante y estoy muy contento en el Hércules. Tiene un estadio y una afición de Primera”, asegura el defensa, que desvela que no sólo tuvo que aguantar que le apartaran en el Barcelona, sino que también vivió en primera persona el juicio continuo por ser hijo de Tito: “Cuando mi padre era segundo o primer entrenador del Barça la gente me juzgaba y decía que estaba en el club por él”, ha señalado.
Toda una retahíla de acusaciones contra el FC Barcelona que no dejan en buen lugar al club azulgrana y sobre todo a su actual directiva, una directiva que se ha ganado a pulso ser una de las más odiadas de la historia del club catalán. Cada vez son más los que se bajan del carro de Bartomeu y compañía y desean con fuerza que llegue el momento de elegir un nuevo presidente.
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