Siguen los líos en el Barcelona: Setién demanda al club porque la indemnización no es justa

El ex entrenador no está de acuerdo con la cantidad percibida por los culés tras incumplir su contrato.

Setién
Setién
Blanca García | 30-11-2020

El FC Barcelona sigue sin solucionar sus graves problemas económicos con Quique Setién. Los culés siguen dando el mayor espectáculo fuera del terreno de juego. El último entrenador culé sigue encendiendo las llamas en el Camp Nou hasta salirse con la suya, pues no ha tenido el trato que esperaba. Nadie es capaz de defender al cuadro blaugrana en un momento tan bochornoso como el que lleva protagonizando durante toda la temporada. 

A pesar de que el cántabro se desvinculó del FC Barcelona tras el ridículo encuentro del 2-8 ante el Bayern en cuartos de final, Setién sigue estando pendiente de todos los movimientos de su último club. Según ha informado Helena Condis, el técnico llevará a los tribunales al Barça al demandarlo por incumplimiento de contrato. Está dispuesto a que el Barça pague por sus errores. (Koeman va por el mismo camino de Setién: así 'llora' públicamente por los horarios).

Setién no considera justa la indemnización que le ofrecen desde el Camp Nou, ya que le pertenecería entrenar al conjunto blaugrana una temporada más. Por tanto, piensa resolver la rescisión del contrato frente a los jueces para reclamar el dinero previamente pactado antes de su despido inmediato. Un nuevo y gran problema que deberá afrontar el presidente interino. 

Hace apenas una semana, los ex compañeros del equipo técnico de Setién consiguieron solucionar sus problemas económicos con el FC Barcelona tras tres meses velando por encontrar una solución. Eder Sarabia, Fran Soto y Jon Pascual ya han cobrado su deuda con la entidad culé. Además, el que fue el segundo entrenador de Setién en su etapa en el Barça reconoció que “el Barcelona atraviesa una situación preocupante”.

Es evidente que todos los clubes viven uno de los momentos más críticos económicamente, pero la situación del Barça ya es de escándalo. El malestar que se respira en las oficinas llega a los jugadores que no son capaces de levantar cabeza frente a sus rivales. Un equipo que no está pudiendo olvidar los problemas sobre el terreno de juego.