El amigo de Laporta enfrenta a los culés

El nombramiento de Xavier Sala Martín no gusta a casi ningún sector del barcelonismo





Joan Laporta siempre ha sintonizado con su amigo Xavier, nunca invisible merced a las características chaquetas que porta, y no ha escondido en ámbitos privados que el profesor de economía podría ser un buen candidato para sucederle. Es por este motivo que un amplio sector de la junta no ve con buenos ojos que un externo al consejo, como es Sala Martín, pueda entrar en la junta y posicionarse para encabezar la reelección. Fue hace unos días cuando el presidente del Barcelona, informó de que propondría como directivos a Xavier Sala Martín y a la síndica del socio, la abogada Magda Oranich, y desde entonces no han dejado de saltar manifestaciones en contra.

De mano de su portavoz, el club justificó ayer esta incorporación como "una oportunidad de salir bien parados de esta situación de crisis económica", algo que no se cree nadie, y es que en el seno de la junta se entiende la propuesta de Laporta con Sala Martín como una maniobra electoral, justo en un momento en el que el consejo barcelonista se ha marcado un plazo de unas cuatro semanas como mucho para clarificar quién recogerá el testigo y quién liderará la junta continuista en las próximas elecciones a la presidencia. Los vicepresidentes Joan Boix, Joan Franquesa y Jaume Ferrer aparecen como las opciones más claras para encabezar la sucesión, a la que también se ha sumado tímidamente el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, y no quieren un infiltrado más elegido a dedo por Joan Laporta.

Sala no gusta ni a la Generalitat ni a algunas plataformas blaugranas

Joan Laporta ya ha iniciado una campaña de imagen para su amigo, rodada para TV3 en el mismo césped del Camp Nou (a pesar de que los jardineros desaconsejan pisar el verde), pero ni con esas consigue convencer a algunos círculos barcelonistas, que acusan a Sala Martín de no ser culé, además de excesivamente egocéntrico y extravagante. Este es el caso de la plataforma 'Un crit valent', que no cree que el amigo de Laporta se merezca ser directivo del Barcelona.


Otra institución en la que Sala Martín no cae muy bien es la mismísima Generalitat de Cataluña. Y es que el confidente del presidente culé despreció a José Montilla en la campaña electoral. Así, teniendo en cuenta que el PSC 'controla' el Ayuntamiento de Barcelona y que éste debe recalificar los terrenos del Mini Estadi, no parece que la decisión de Joan Laporta sea la más conveniente para el club catalán.

Las elecciones del año que viene empiezan a crispar el ambiente

A un año de las elecciones a la presidencia del FC Barcelona, sólo existen dos claras alternativas: la que presentará el propio club (que es por la que ya hay divisiones internas) y la del empresario Sandro Rosell, ex vicepresidente deportivo del club del 2003 al 2005, quien ya en los prolegómenos del voto de censura que se impulsó el verano pasado contra la junta dejó claro que en caso de prosperar él se encontraba en disposición de afrontar unas elecciones.

El también dimitido Ferran Soriano, ex vicepresidente de economía hasta julio del 2008, se expresó la semana pasada en referencia a las elecciones y dijo que aún no lo tiene decidido, aunque se mostró abierto a alternar su ocupación como presidente de Spanair con la hipotética presidencia del FC Barcelona. En el caso de los aspirantes a la presidencia, a excepción de la junta continuista, las nueva propuestas deberán presentar un aval bancario cercano a los sesenta millones de euros en el momento de que unas de ellas gane en las urnas.