Pese a la tensión que se preveía en el partido, que ante dos equipos tan amarretes como Italia y Francia hacían saltar todas las alarmas del Catenaccio, el encuentro a cara de perro entre los dos finalistas del último Mundial fue precioso. Precioso. Italia cuenta con dos armas descomunales, una en el centro del campo, De Rossi, y otra en la delantera, Luca Toni. El de la Roma es un futbolista sensacional, aún mejor de lo que demuestra día a día en el Calcio. Su habilidad para descargar juego, para repartir pases al hueco y para pelear hasta la expiración.
Luca Toni, en cambio, es un asesino, y para nada silencioso. Es un elefante en una cacharrería, pero es capaz de sacar de los nervios a quien le pongan por delante. Un delantero total. Italia comenzó muy seria, con una ocasión del ariete del Bayern nada más comenzar y otra de Panucci que sacó Makelele bajo palos antes de los diez minutos, justo el tiempo que duró Ribéry sobre el campo, rodilla derecha a freír gárgaras por una mala caída. EL shock de la lesión del cerebro galo enfrió el partido hasta que Abidal, horroroso todo el tiempo que estuvo sobre el campo, derribó a Luca Toni cuando éste enfilaba la portería de Coupet.
Fue dentro del área, por detrás y siendo el último defensor. El del Barça se fue a la calle y Pirlo clavó un penalti donde no lo puede parar nadie. El 1-0 atontó a Francia, dos golpes tan seguidos no se soportan fácilmente, pero Toni, soberbio en casi todo, no lo estuvo en la definición: tres ocasiones clarísimas en otros tantos minutos consecutivos que mandó al limbo, y eso fue el oxígeno que necesitó Francia para recuperarse.
Lo hizo de la mano de Henry, nada que ver con el del Barça, pero la zaga italiana es tan atropellada como efectiva: sin Cannavaro falta un jefe, pero siguen funcionando, más o menos. Grosso estrelló un balón en el palo justo antes del descanso dando un aviso de que Italia tampoco iba a relajarse, pero Francia salió mejor tras la segunda parte, presión adelantada, problemas en la circulación... hasta que De Rossi encontró el pie de Benzema al lanzar una falta desde 30 metros y sentenció el encuentro, definitivamente.
Así que el rival será azul. Azzurro. Con todo lo que ello conlleva. Sangre, sudor y lágrimas. Triquiñuelas, pérdidas de tiempo y piel de campeón. La del campeón del mundo, la del que siempre se salva por los pelos. Italia. Spaghetti, Lambrusco y Calcio. Suerte, España.
LA FICHA DEL PARTIDO
0 - Francia: Coupet; Clerc, Gallas, Abidal, Evra; Govou (Anelka 66"), Toulalan, Makelele, Ribéry (Nasri 9", Boumsong 25"); Henry y Benzema.
2 - Italia: Buffon; Zambrotta, Panucci, Chiellini, Grosso; Gattuso (Aquilani 82"), De Rossi, Pirlo (Ambrosini 55"); Perrotta (Camoranesi 64"); Luca Toni y Cassano.
Goles
0-1 (25"): Pirlo marca tras el penalti cometido por Abidal sobre Luca Toni.
0-2 (62"): Falta que lanza De Rossi desde 30 metros, el balón tropieza en Benzema y despista a Coupet.
Ãrbitro: Lubos Michel, eslovaco. Expulsó a Abidal (24")por cometer un penalti sobre Luca Toni cuendo era el último hombre.Amonestó a Pirlo (45"), por parar en falta a Govou, a Govou (47") por derribar a Cassano, a Gattuso (54") por derribar a Makelele, a Boumsong (72") por entrar con los pies por delante a Luca Toni, y a Henry (85"), por llevarse por delante a Zambrotta.
Incidencias: Letzigrund de Zúrich. Lleno a reventar.
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