Como se pudo ver en la celebración del título en el Bernabéu, en el que Casilla se rindió a la gran temporada de Keylor Navas, la relación entre ambos porteros ha sido magnífica a lo largo de toda la temporada. De hecho, ese buen rollo entre los dos cancerberos unido a la sana competencia que ha habido entre ambos en cada entrenamiento, ha permitido ver al mejor Keylor Navas de su carrera.
Esa buena relación entre ambos cancerberos ha sido una de las claves de la Undécima. Casilla asumió su papel de suplente de un Keylor que lo ha bordado a lo largo de todo el año. Lejos de bajar los brazos, despotricar en los medios o tratar de hacer juego sucio por detrás, el ex cancerbero del Espanyol ha sido un gran apoyo para el habitual portero titular del conjunto blanco.
Todo este cóctel de compañerismo, que no suma goles y no da puntos de forma directa, ha sido una de las claves de la buena salud que ha tenido el vestuario del Real Madrid a lo largo de la campaña. Por eso, no es de extrañar que Zidane ya haya dejado clara su postura respecto a la portería del Real Madrid 2016-17.
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