El técnico francés es uno de los 'culpables' de que en las últimas jornadas estemos ante la mejor versión de Isco. Con las lesiones de Casemiro y Modric, Zidane ha optado por cambiar el sistema táctico del equipo, que ha pasado de un 4-3-3, con el brasileño de '5' y el croata y Kroos de interiores, más la 'BBC' arriba, a un 4-2-3-1, que potencia mucho más las cualidades del andaluz.
Isco nunca se ha caracterizado por ser un jugador con un gran despliegue defensivo, algo obligatorio para los futbolistas que juegan como interiores. Se ha adaptado y ha aprendido a correr hacia atrás, pero su posición natural y en la que mejor rinde es en la que viene actuando en los últimos encuentros: de mediapunta. Con dos 'guardaespaldas' por detrás suya y con total libertad para moverse sobre el terreno de juego.
Con este cambio, Zinedine Zidane ha conseguido que Isco eleve considerablemente su nivel y su aportación al equipo. Tanto, que en los últimos dos encuentros que ha jugado en esa demarcación, el '22' ha marcado dos goles, ambos contra el Betis, y ha dado una asistencia, ayer a Karim Benzema en el primer gol de la noche para el Real Madrid.
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