La noche del viernes fue complicada en a ciudad potevedresa, ya que el fuerte viento provocó que una parte de la cubierta de la grada de Río Alto del estadio de Balaídos se levantara. En total fueron entre 10 y 15 metros de material que se desplazaron y provocaron que efectivos de la policía y de los bomberos tuvieran que acudir de urgencia al estadio. Sin embargo, el temporal era tan intenso en esos momentos que no permitió que se accediera a esa zona, por lo que se teme que la cubierta sufra más desperfectos en las próximas horas.
Sea como fuere, no se espera que el mal tiempo pueda provocar la suspensión del Celta-Real Madrid. De hecho, está prevista una mejoría y una reducción de la intensidad de los vientos, aunque es evidente que las condiciones no serán las óptimas. Las lluvias de los últimos días han dejado el césped en un estado bastante malo y esto afectará directamente a la práctica del juego. Aspecto al que hay que añadir el ya citado de los desperfectos en la cubierta, especialmente en la zona situada sobre los asientos destinados a la afición visitante y donde se espera que mañana haya varias decenas de seguidores madridistas.
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