Casemiro, sin tiempo para 'respirar' desde diciembre

Zidane convierte al brasileño en su imprescindible en el club blanco


Casemiro en el partido ante el Sporting de Portugal

Casemiro en el partido ante el Sporting de Portugal




Con mucho trabajo, esfuerzo y buen juego Casemiro ha ido logrando poco a poco lo que muchos futbolistas sueñan: ser un hombre fundamental para el mejor club del mundo. De hecho, en el verano de 2015 se vio forzado a ser traspasado con opción de recompra para jugar en el Oporto y demostrar que merecía tener un hueco en el Real Madrid. Y a fe que lo logró, ya que el club blanco no dudó en repescarlo un año después a cambio de 7,5 millones de euros. Una cifra que hoy en día suena ridícula visto el rendimiento que está teniendo el jugador.

Y es que en el último año y medio el mediocentro se ha convertido en básico en el esquema táctico del Real Madrid. Al poco de llegar al banquillo merengue Zidane comprendió que Casemiro era el hombre destinado a equilibrar el once. La derrota en el mes de febrero de 2016 ante el Atlético abrió los ojos del francés y provocó que este empezara a decantarse en sus alineaciones por el brasileño. Y a partir de ahí el equipo no dejó de ganar. Tal fue su importancia que los blancos solo perdieron un partido más en los 10 meses siguientes y acabaron ganando la Champions, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

Por eso se entiende que ahora el futbolista siga jugando en todos y cada uno de los partidos del Real Madrid. De hecho, los datos son espectaculares, ya que desde principios de diciembre ha jugado un total de 12 partidos completos. La única excepción fue en el partido de Copa de Balaídos, en el que Zidane optó sustituirle a la desesperada para dar entrada a Mariano. Es decir, que de los 13 últimos choque sólo se ha perdido algo menos de 5 minutos. Una 'brutalidad' que habla muy bien de su trabajo y del peso que tiene en este equipo.

El único jugador de la plantilla sin recambio natural

Pero en este sentido el jugador también cuenta con una pequeña ventaja: es el único jugador de la plantilla que no tiene un recambio puro. El pasado mes de septiembre se lesionó en Cornellà-El Prat a consecuencia de una fisura de peroné y estuvo cerca de dos meses y medio de baja. Y en ese tiempo Zidane acabó recurriendo a jugadores como Kroos o Kovacic para desempeñar su función de mediocentro defensivo. Pero ninguno de ellos es un especialista en la posición para estar delante de los centrales, por lo que nadie hace su trabajo mejor que él.

Por eso se entiende que una vez que Casemiro regresó el pasado 30 de noviembre haya vuelto a ser un hombre imprescindible para Zidane. En una temporada en la que las lesiones se están cebando particularmente con la plantilla, su concurso se está mostrando como fundamental para que la medular del equipo tenga una cierta estabilidad. Y es que en las últimas semanas hombres como Kroos y Modric han tenido en algún momento descanso, pero él siempre ha estado ahí, por detrás de los dos interiores para cubrirles las espaldas.

Sin embargo, en el club saben queCasemiro no es un 'super-hombre'. El doble duelo de Champions se acerca y este es lo suficientemente importante como para que el entrenador ya esté buscando la forma de darle descanso. Probablemente no sea este fin de semana en Balaídos por las bajas forzadas de Kroos o de Modric, pero sí podría darse la semana próxima en Pamplona. El técnico será el que tenga la última palabra, aunque por si acaso ya ha tomado la decisión de que el próximo verano Marcos Llorente regrese de su cesión al Alavés.

Porque por muy imprescindible que pueda parecer el brasileño, en el club piensan que necesita tener un relevo y recambio. Y el canterano lo está haciendo realmente bien en el club de Mendizorroza, por lo que es la opción más factible y atractiva para que Casemiro pueda tener un respiro de vez en cuando la próxima temporada sin tener que recurrir a un jugador que no esté especializado en la posición de pivote defensivo.