Se acaban los calificativos, las expresiones y todo lo relacionado a Sergio Ramos con el Real Madrid. No sólo es uno de los mejores jugadores de la historia del club, ha inventado una parte del juego que lleva su nombre con ese minuto "Noventa y Ramos". Además su poderío de cabeza es una muestra más de este defensa con alma de delantero como él se define.
Ante el Nápoles fue la última exhibición del de Camas en esta especialidad que domina más a cada partido que pasa. Dos tantos suyos, aunque uno se lo hayan quitado, le sirvieron al Real Madrid para pasar a cuartos y seguir soñando con repetir Champions. Pero la fiesta no acabó ahí y es que en el avión de vuelta a Madrid, Ramos se encontró con una sorpresa que ni por asomo se esperaba. El presidente Florentino Pérez, José Ángel Sánchez, Emilio Butragueño y varios miembros de la directiva le recibieron al cántico de: "¡Sergio marca un gol, Sergio marca un gol!". Un momento único para un jugador único que se merece todo lo que está pasando y viviendo como jugador del Real Madrid.
Su fe incansable, su colocación perfecta en las jugadas de estrategia y su remate de cabeza son ya historia del madridismo. Empezó en Munich ante el Bayern, siguió en Lisboa para traer la décima y por el camino ha dejado actuaciones como la del Mundial de Clubes en 2014 o recientemente en el Clásico o ante el Deportivo. En Nápoles fue otra víctima más en la cabeza de Sergio Ramos.
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