Todo o nada, pero con la seguridad de que el trabajo es prácticamente inmejorable. Zidane sigue haciendo méritos y a falta de 4 partidos para tocar el cielo es uno de los mejores técnicos que han pasado por el banquillo del Real Madrid, el que dicen los entendidos que es el banquillo más difícil de dirigir y el más exigente del mundo del fútbol.
Otra lección del marsellés. 2-0, el Atlético de Madrid en tromba buscando una quimera (casi) imposible y el Calderón animando con la misma intensidad de su equipo. Todo estaba en contra y los rojiblancos creían en el 3-0 que les hubiese llevado a la prórroga. Zidane se desgañitaba desde la banda pidiendo tranquilidad y ‘cabeza’. Los gestos eran claros. Por el balón pasaba estar en la final de Cardiff.
El desenlace ya lo saben
Benzema se vistió de Butragueño y Redondo para darle un pase de gol (nunca mejor dicha esa expresión) a Isco Alarcón que lo celebraba con jolgorio. El Madrid estaba en la final del próximo día 3 de junio. La ‘chotis’ sirvió para volver a derrotar a Simeone. Zidane, en su primera temporada, solo perdió contra él en Liga y giró la ‘tortilla’ en Milán. Ahora otro ‘bofetón’ de los que duelen al argentino y camino a la duodécima. 2 finales en 2 años y la Liga a tiro de piedra. El entrenador que no le ganaba a un Segunda B va camino de convertirse en el mejor entrenador del mundo y en una leyenda del banquillo del Real Madrid.
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