Cuando llega una final de Champions, la figura del entrenador es la que más miradas se lleva porque según prepare el partido y la estrategia, así se plasmará en el campo. Allegri ha estudiado a fondo al Real Madrid y vive obsesionado con un jugador en particular y no es ni Cristiano, ni Ramos, ni Isco ni siquiera Modric.
Se trata de Casemiro, el brasileño es el anclaje entre la defensa y la creación de juego del equipo y esa figura en el campo es lo que más dolor de cabeza le da a un Allegri que reconoce abiertamente que: "Se habla de Isco o Bale, pero para mí sería más importante que Casemiro no jugara. Es el hombre que ha dado equilibrio al equipo blanco y para mí es fundamental. No es el jugador mejor dotado técnicamente del Real Madrid. pero su concurso es básico, fundamental porque da ese equilibrio que ningún otro jugador puede dar. Desde que Casemiro es titular el Madrid ha cambiado mucho". Piensa y con razón que Casemiro será el encargado de tratar de frenar a Dybala, el jugador más desequilibrante de la Juventus y por esta razón ha dado a su plantilla una información que podrían utilizar en un momento dado en la final.
Sabe que el Real Madrid no tiene relevo natural para Casemiro ahora mismo, por lo que tratar de forzarle una tarjeta y a la postre una expulsión es una tarea que puede ser perfectamente utilizada por un equipo que se las sabe todas en este tipo de artimañas. Saben que sin el brasileño el Real Madrid pierde al jugador que más balones recupera y que oxigena tanto a Kroos como a Modric sin olvidar su aportación ofensiva en el juego aéreo. Esa labor le corresponderá a un ex madridista como Khedira, la de tratar de pararle por alto a un Casemiro que le hace tener jaqueca a Allegri.
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