El Barça tiene que hacer frente en las próximas horas a la incorporación de Antoine Griezmann por 120 millones de euros, su cláusula de rescisión, y el PSG no pide menos de 222 ‘kilos’, lo que pagó por él en el verano de 2017. Es decir, al club culé no le queda otra que poner esa cantidad encima de la mesa de Nasser Al-Khelaifi u ofrecer un trueque con dinero y jugadores a cambio de Neymar. Casi nada. (Noticia DC: las dos ventas que ayudarán al Madrid con Pogba)
Aquí entra en escena el Real Madrid. El Sport ha informado de que Florentino tenía dos grandes objetivos después de las duras eliminaciones en Champions y en Copa la pasada temporada: el regreso de Zinedine Zidane y el fichaje de Neymar como líder del nuevo proyecto. De hecho, con el ‘OK’ del propietario del PSG, el presidente blanco y José Ángel Sánchez, director general, negociación con el padre del jugador hasta mediados de mayo, pero no llegaron a un acuerdo.
Florentino tenía la intención de convertir a Neymar en un nuevo ‘galáctico’ y ahora habría reactivado el interés porque, independientemente de que el objetivo del crack sea volver al Barça, sabe que el PSG prefiero vendérselo al Madrid, con el que guarda mejores relaciones. La fórmula de Florentino es esperar a que las negociaciones entre el PSG y el Barça se enquisten para ir con todo, económicamente hablando, a por Neymar, su viejo anhelo.
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