El mejor jugador de la última parte de la temporada llegó en invierno procedente del City por unos 15 millones de euros debido a que su contrato finalizaba este mismo junio y el jugador deseaba recalar en el Real Madrid desde que era sabedor del interés de los de Concha Espina.
La realidad es que no tuvo demasiadas oportunidades con Solari en el banquillo, únicamente algunos escasos minutos en partidos ya resueltos, sin embargo, Zidane sí que confió en él y fue la mejor de las noticias. (La deportividad de Llull)
Se vio a un jugado con desparpajo, que, aunque principalmente conduce el balón con la pierna izquierda, usa las dos a la perfección, con gol y que al que no le asustaba llevar la camisera del Real Madrid puesta.
Puede aportar un regate en corto y una visión de juego más que necesarios ahora mismo en el equipo de Zidane, además, por supuesto de su gran polivalencia que le puede hacer jugar en ambas bandas o en el centro por detrás del punta.
Ilusión de la afición por volver a ver al jugador de origen marroquí, y buena noticia para Zidane que recupera a uno de los suyos justo antes de empezar La Liga. Su continuidad estuvo en al aire, pero el técnico francés apostó por él sin pensárselo, siendo así quizás el único joven en el que tenga confianza plena.
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