El nombre de Takefusa Kubo está siempre iluminado por el foco mediático, ya lo fue en la pretemporada con el Madrid, cuando su presencia en Estados Unidos desplazo a cientos de periodistas japoneses para cubrir todo lo que sucedía en torno a su figura.
En el Mallorca le sucede tres cuartos de lo mismo, y al interés de sus compatriotas se suma el de millones de madridistas que siguen atentamente la evolución del jovencísimo futbolista.
(El padre de Ansu Fati va de listillo y se lleva un 'zasca' brutal)
Y Kubo, con esa humidad que le caracteriza por bandera, nunca decepciona ni rinde por debajo de las expectativas. Llegó al
Mallorca con el mercado llegando a su fin pero eso no le ha impedido adaptarse al equipo a las mil maravillas.
Después de jugar 11 minutos contra el
Valencia y 27 contra el
Athletic Club su oportunidad de oro ha llegado en la quinta jornada. Partía como suplente contra el
Getafe pero una lesión de un compañero obligó a su técnico a darle entrada en el minuto 18. En ese momento empezó la exhibición.
71 minutos jugó en los que tuvo tiempo de realizar 1 tiro a puerta, ganar 6 de 11 duelos en el suelo, recibir 3 faltas y dar su primera asistencia en
LaLiga, todo esto además de mostrar constantemente su calidad y su desparpajo a la hora de encarar rivales.
Es evidente que aún le falta mucho, sobre todo en cuanto a experiencia, pero podemos estar ante el nacimiento de una estrella.
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