Sorpresa inesperada: ¡¡Kubo puede jugar la próxima temporada en el Milán!!

Ante la posibilidad de que no se libere ninguna plaza de extracomunitario en los próximos meses, todo apunta a que el Real Madrid buscará una nueva cesión a Kubo y el Milán es el club que más interés ha mostrado.


Kubo y Pioli

Kubo y Pioli




Y es que, como ya venimos publicando desde hace meses en este periódico, en el Real Madrid saben que está realmente complicado liberar una plaza de extracomunitario para el año que viene. El tema administrativo va más lento que nunca debido al colapso provocado por el coronavirus y, un trámite que antes se podía haber resuelto en menos de un año, ahora prácticamente se duplica... (Exclusiva DC: el gran enfado que tenían el Madrid y Kubo con LaLiga por el horario).

Vinicius Jr, Eder Militao y Rodrygo Goes seguirán sin recibir el pasaporte español durante un tiempo. Y eso provoca otros movimientos en cadena. Kubo, que es japonés, no podrá regresar al primer equipo por mucho que quisiera Zidane. Por ello, y teniendo en cuenta que sólo tiene 18 años, en Chamartín asumen que lo mejor es darle un segundo año de cesión. 

Eso sí, a diferencia de esta temporada, ya sería a un club de mayor envergadura. El Mallorca ha sido un equipo para que se adaptase a Primera División, pero es evidente que se le queda pequeño. Tiró del carro del equipo bermellón desde la primera jornada y, hasta el día de hoy, sigue siendo el jugador más desequilibrante del equipo. ("La zurda de Kubo es un don de Dios, es un privilegiado").

Todo apunta a que el Milan de Stefano Pioli se ofrecerá al Real Madrid para 'curtir' al japonés. Encaja en lo que busca el nuevo técnico y es una operación factible. Eso sí, en la T4 del Santiago Bernabéu sólo se plantean que Kubo vaya a Italia cedido si se hacen cargo de su ficha (2 millones de euros). De lo contrario, estudiarán otras ofertas. 


Pretendientes no le faltan. El jugador quiere volver al Real Madrid, pero sabe que esto no depende del club, ni tampoco de Zidane. Por ello, tampoco ve con malos ojos estar un último año cedido para seguir adquiriendo experiencia y volver después, con casi 20 años, para comerse el mundo. La directiva le considera un pilar importantísimo para el futuro.