Para Zidane es un jugador más que especial, es un símbolo que acoge al verdadero madridismo. Su fidelidad al conjunto blanco es tal que desde 2009 no ha llegado un jugador que le arrebate el puesto. Benzema mejora cada día, siempre mira hacia delante. En Francia sienten entusiasmo con la trayectoria que Karim ha recorrido durante estos años.
Dos minutos tardó Benzema en recrear el primer juego peligroso. Hizo un control habilidoso, y chutó a portería. El disparo no entró. Durante los primeros 20 minutos se vio obligado a tener un rol defensivo. El Getafe presionó al estilo Bordalás, y el ariete francés no tuvo ocasión de jugar dentro del área enemiga.
En los próximos minutos se notó un pequeño desahogo para el ataque del Madrid. Benzema pudo dotar de un breve entendimiento con Vinicius, pero la defensa del Getafe cortó cada acción. El caso es que el francés empezó a sentirse más cómodo, pero no lo suficiente.
Le costó muchísimo apañar buenos contraataques, y en la primera parte no pudo lucirse con sí lo hizo en otras ocasiones. No pudimos ver al buen Benzema, que se quedó muy alejado de lo que estamos acostumbrados a ver.
El Getafe imposibilitó que Karim se sintiese cómodo al borde del área, y en numerosas ocasiones se vio con la perseverancia de bajar a defender. Sí pudimos observar detalles de calidad, pero no sirvieron para abrir el marcador.
En la segunda parte no tuvo nada en qué destacar. Un gol de Ramos desde el punto de penalti sirvió para que el Madrid se llevara los tres puntos. Eso sí; el francés se pudo sentir más cómodo y pudieron recrear su juego con mayor comodidad.
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