Según ha podido saber Defensa Central en exclusiva por fuentes próximas al conjunto merengue, la idea del capitán era hacerlo, sin embargo, ya estaba advertido de que Busquets, Piqué y compañía habían alertado a Neto, portero culé, que se quedara quieto en el medio aguantando ese posible tiro.
Por eso, el capitán del Madrid aguantó hasta el último segundo y al intuir que Neto no se iba a mover de ahí, lanzó hacia abajo para que no tuviera tiempo de reacción al quedarse estático esperando el Panenka.
Muy inteligente Sergio Ramos en este aspecto, que tuvo la idea de vigilar muy bien los pasos que seguían los jugadores del Barcelona antes de que se produjese el disparo. El camero sorprendió chutando hacia su izquierda, y Neto no pudo hacer nada para frenar el disparo.
Estos detalles son los marcan la diferencia del partido. Ramos supo que marcando el encuentro se posicionaría de cara, y por ello sacó su astucia a relucir. Se vio en un momento de presión intenta para conocer las intenciones de Neto, pero finalmente lo superó.
Por otra parte, muchos fueron los que criticaron porque supuestamente Ramos se tiró a propósito. Lenglet lo agarró durante un tiempo permanente, y el capitán del Madrid se vio con la obligación de tirarse al suelo para hacer ver a los árbitros que el agarrón fue una realidad.
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