El Real Madrid se medía ante la Real Sociedad en una noche de lunes atípica, puesto que era el equipo que cerraba la jornada liguera (21:00 horas en Defensa Central y Movistar LaLiga). Uno de los jugadores que se ha vuelto a ganar la confianza de Zidane es Isco que volvía a partir como titular ante los donostiarras.
Es cierto que el estado de forma del malagueño dejaba mucho que desear y cada vez que salía a los terrenos de juego no era ese jugador diferencial. Apagado con el balón y ausente cuando había que defender. Pero el partido ante el Atalanta ha cambiado todo. Zidane acabó muy contento y quiere darle la continuidad que Isco necesita porque puede ser diferencial para la fase final de la temporada.
Inicio muy disputado de partido. Ubicado en tres cuartos de campo, Isco no estaba apareciendo hasta que en el minuto dieciocho el de Málaga sacó la varita. Recibe dentro del área, se revuelve en una baldosa, y se inventa un pase espectacular hacia un Modric que no pudo rematar con claridad. Primera aproximación peligrosa del Madrid. Sin una posición fija sobre el verde, el partido de Isco estaba mejorando a medida que los minutos transcurrían. Mucha participación y buena circulación de balón. El Madrid creció en el partido, se apoderó del balón y del partido, pero las ocasiones no acababan de producirse. Buena primera parte de Isco.
La Real empezó la segunda parte como la primera: con confianza y personalidad. Minutos difíciles para los de Zidane. El Madrid no estaba siendo capaz de mantener el control del partido y los de Alguacil se lanzaban al ataque. La segunda parte estaba siendo desastrosa y Zidane decidía realizar una triple sustitución. Isco se marchaba por Vinícius.
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